El suelo poroso y frágil de la zona sur del Tren Maya plantea preocupaciones ambientales y de seguridad

https://obras.expansion.mx/infraestructura/2023/05/22/el-suelo-donde-se-esta-desarrollando-el-tren-maya-es-de-los-mas-porosos

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CANCÚN, 24 de m ayo.- En medio de avances en la construcción del Tren Maya, persisten las protestas por su impacto ambiental. Las recientes manifestaciones apuntan a un problema sin retorno: el daño al suelo. Expertos advierten sobre las peculiaridades del terreno en la zona sureste, destacando su alta porosidad y falta de estabilidad para una construcción de esta magnitud.

Según Aarón Siller, director de la oficina sureste del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), el suelo kárstico y altamente poroso de la región requiere estudios específicos para el desarrollo del tren. Este tipo de suelo actúa como una esponja, con numerosos conductos interconectados que incluyen cuevas y ríos subterráneos importantes. Debido a su erosión y alta concentración de calcio, el suelo es extremadamente frágil y propenso a colapsos.

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Los estudios realizados en diferentes tramos de la obra se basaron en una metodología aplicada en el estado de Kentucky, cuyas características de suelo difieren por completo de la zona sur de México. La falta de adaptación de los estudios al suelo de Quintana Roo y Yucatán resultó en cambios constantes de rutas durante la planificación de la construcción.

Siller menciona que el impacto del tren va más allá de los colapsos de cuevas y cavernas. El transporte podría desviar ecosistemas, causar desequilibrios graves en el ambiente y amenazar el suministro de agua potable en grandes regiones si se producen derrames de combustible que se infiltran rápidamente en los acuíferos.

Además, el colapso de una cueva o estructura kárstica podría ocasionar daños civiles significativos. Teniendo en cuenta la cercanía del proyecto a áreas con una gran diversidad ecológica, fauna, flora y estructuras antiguas, es crucial realizar estudios exhaustivos y otorgar el tiempo necesario para comprender el comportamiento de este tipo de suelo rodeado de civilización.

En un intento por abordar estos desafíos, se ha empleado basalto en la construcción del tren. Este material actúa como una esponja o amortiguador para disipar las fuerzas de vibración de los trenes. Sin embargo, no se han presentado pruebas concluyentes de simulaciones o demostraciones que garanticen su eficacia en la prevención de colapsos de cuevas y cavernas.

A pesar de las medidas adoptadas, existe una preocupación generalizada debido a la presencia de una vasta biodiversidad y estructuras antiguas cercanas a la ruta del Tren Maya, lo que indica que los posibles derrumbes podrían tener consecuencias tanto ambientales como culturales.

El desarrollo del Tren Maya plantea un desafío único debido a las características particulares del suelo en la zona sur. Ante la importancia de preservar el ecosistema y salvaguardar la seguridad de las comunidades, resulta imprescindible abordar estas preocupaciones y garantizar una planificación adecuada que minimice los impactos negativos en el medio ambiente y el patrimonio cultural.- Información tomada de Expansión.

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