El tiempo pasa, y es preciso buscar la forma de evitarlo teniendo tu calor. Son letras de una bonita canción que encajan perfectamente con la situación que varios personajes de la farándula política están atravesando este mes, el preámbulo a la expedición de convocatorias y fechas para el registro de los aspirantes. Se les va a orear, y tendrán que realizar labores de proselitismo para agradar.
Morena es el partido de moda; otros muy románticos dicen que es la ruta correcta, algunos que es del lado correcto de la historia. Sin embargo, los hechos contradicen bastante la limpieza y transparencia con que están llevando a cabo los ciclos del proceso. El conflicto con Marcelo Ebrard en la elección del Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de la 4T persiste hasta hoy, lunes, cuando definirá su futuro político. Esta tardanza no solo ha generado desprestigio, sino que hay un leve cisma que, de continuar ignorando a Ebrard, les causará serios problemas.
Finalmente, este fin de semana, después de aplazarlo, dieron a conocer la lista de Coordinadores de los Comités de Defensa de la 4T en los 9 Estados donde se jugarán las Gubernaturas. En un proceso de encuestas donde la confiabilidad se va perdiendo, el manejo discrecional de los resultados permite a la dirigencia del partido disponer de ellos y armar su juego de ajedrez.
Es conocido que varios aspirantes no quedaron conformes, y anticipándose a esos resultados, les ofrecieron espacios en el Senado. ¿Sabían algo? ¿Ofrecen espacios antes de tiempo por temor a que la gente, así como repudió la putrefacción de sus ex partidos, empiece a emigrar?
La yegua le está quedando grande a Mario Delgado, dejando muchos cabos sueltos y mareado por la fuerza del poder que le confiaron desde Palacio Nacional. No busca su esquina, y se avecina la catapulta de convocatorias para la madre de todas las batallas, la avalancha de candidaturas para el 2024. La mayoría de las adhesiones, los fichajes que se sumaron, eran desertores. Al no cumplirles sus caprichos, se fueron, y Morena estaba en modo abierto, receptivo, sin requisitos, permitiendo el éxodo de fichas a cargos de elección.
Los morenos del principio están molestos por ser siempre dejados de lado. Durante el año son carne de cañón para eventos, llenan los domos, cargan banderolas, pero cuando llegan los tiempos de elecciones, los encierran para evitar que salgan a exigir. Cuando se define la lista de candidatos, los sueltan para caminar las calles y alabar al partido a cambio de apoyos y billetes verdes o azules.
Están confiados en su poder, en estar de moda, sin reparar en las heridas. Muchos están en mudanza: ayer morenos, hoy verdes. Los verdes se han significado por ser un partido rémora, aprovechando el calor, el cobijo, la fuerza y la sombra. Los morenos en el estado se rompen la cabeza haciendo estadísticas, mientras los verdes simplemente se afilan las uñas.
No les interesan los municipios pobres y con innumerables problemas. Pelean de Tulum para arriba, donde la riqueza y la opulencia hasta ofenden. Sería sano y urgente legislar para que los partidos jueguen solos durante cierto tiempo para el mantenimiento de sus registros, evitando que sean concubinas indefinidas. ¿No lo cree usted?
El espejo del PRI está afuera, y se niegan a reflejarse. Recuerdo al vate Primitivo Alonso que decía que hay grupos de anacoretas que se niegan a ver la realidad, solo están sentados, contemplando el paso del tiempo, mientras las carretas del progreso y desarrollo siguen su rumbo sin detenerse. Las hojas del calendario disminuyen cada día, al igual que las ilusiones de varios. ¿No lo cree usted?
Mejor seguiré caminando y cantando “El tiempo pasa y es preciso, buscar la forma de evitarlo teniendo tu calor. Irán pasando los minutos, iré muriendo poco a poco”.