El Tren Maya es un proyecto prioritario del Gobierno Federal, que detonará socioeconómicamente al sureste del país, y promoverá el surgimiento de desarrollos bien planeados, como se hizo con Cancún, según dijo Raúl Bermúdez Arreola, subdirector de Políticas Estratégicas y Vinculación Interinstitucional de Fonatur.
En un foro virtual sobre el Tren Maya, que reunió a 165 participantes, entre dirigentes, empresarios y funcionaros de los cinco estados que involucra el proyecto, destacó que el norte de Quintana Roo será el más beneficiado al presentarse la mayor inversión en el tramo denominado “Caribe II”, cuyo inicio será Cancún.
En esta zona, indicó, habrá más estaciones, los mayores polos de desarrollo, no sólo por la inversión ferroviaria, además de que permitirá la modernización de las dos principales carreteras, la Mérida-Cancún, que será modernizada y adaptada para el tren maya y la Cancún-Tulum, a la que se le agregará un tercer carril.
El funcionario manifestó que hay que ver el tren maya no como un proyecto de transporte, sino más allá, pues permitirá un ordenamiento territorial, que facilitará un desarrollo ordenado de varios polos turísticos.
“Queremos hacer en los polos de desarrollo planteados algo ordenado, como se hizo con Cancún en su momento. El Tren Maya será como el elevador de un gran edificio, que hará que todos los pisos tengan un mismo valor”, indicó.
“Eso sí, no queremos hacer, por ejemplo, de Bacalar, un Cancún, sino que tenga identidad propia e infraestructura, crecimiento ordenado para que no suceda lo que en Playa del Carmen y Tulum”, abundó.
“Vamos a salir con muchos proyectos inmobiliarios. Cancún se creó, primero con la infraestructura y luego los grandes desarrolladores, entre ellos Fonatur, vinieron a detonar este proyecto, el cual es uno de los tres de mayor éxito que no existían hace 50 en el mundo”, expresó.
Bermúdez Arreola admitió que el único problema que tuvieron con Cancún es que se quedaron cortos en la planeación y eso hay que preverlo.
En el foro se presentaron varios ejes rectores del proyecto, relacionados con los aspectos social, cultural, ambiental, de arquitectura y jurídico.