Cuando México quiso jugar como Uruguay, casi lo pierde. Cuando México se acordó de jugar como México, lo ganó.
Así fue como el Tri debutó en la Copa América Centenario, con una victoria de 3-1 sobre la garra charrúa para tomar el liderato del Grupo C, empatado con Venezuela en tres puntos y arriba por diferencia de goles.
Ante poco más de 60 mil aficionados en el Estadio de la Universidad de Arizona, en Phoenix, los tricolores tuvieron pasajes brillantes, pero también otros bastantes oscuros que supo resolver sobre el final del cotejo.
Buen arranque
México condicionó muy temprano el partido, cuando apenas a los cuatro minutos un autogol de Álvaro Pereira le dio la ventaja a los aztecas.
Por izquierda Guardado bajó un servicio exacto de Rafa Márquez y metió servicio al corazón del área donde Javier Hernández se pasó. Héctor Herrera disputó con Pereira el esférico, el charrúa se perdió en la marca al chocar con el mexicano y terminó por empujar la pelota a su arco tras impactarla con la frente para vencer a Muslera.
El gol le vino bien al juego, pues los sudamericanos no tuvieron tiempo de plantear su partido atrás, y tardaron en entender el nuevo escenario del cotejo.
México intentó en un par de ocasiones con servicios de Aquino que llevaban su dosis de peligro, pero poco a poco, por la presión del rival y por aflojar en la marca en medio campo, fue cediendo terreno y compartiendo cada vez más la pelota con los charrúas.
Sobre el final de la primera mitad Uruguay ya era mejor, pero al minuto 44 Matías Vecino se equivocó al dar una patada a Aquino, que le hizo merecedor de una segunda tarjeta amarilla que lo mandó a las regaderas expulsado.
Parecía que el panorama del complemento se aclaraba para el Tri, cuando ni siquiera había comenzado.
Claroscuros
Con uno menos, México decidió echarse atrás y sorprender a los uruguayos con algún latigazo a la banda.
Pero ni lograron contener a los uruguayos, que cada vez estaban más tiempo en territorio azteca, ni tenían desequilibrio en los esbozos de contragolpe que lograron generar.
Al minuto 74, Andrés Guardado se fue expulsado en una falta de rutina, y en el cobro de esa acción Uruguay empató cuando Godín se levantó en el área entre los zagueros centrales y con frentazo implacable puso la pelota en las redes para el 1-1.
Empatado y parejo en hombres en la cancha, el Tricolor supo sacar ventaja a partir de ahí, cuando se suponía que ya no las tenía.
El balón empezó a llegar al “Chucky” Lozano, que había entrado desde antes del empate por un inédito “Tecatito” Corona, y fue entonces que el atacante del Pachuca hizo lo suyo.
Así, por izquierda, a perfil cambiado, llegaron los desbordes y los centros hasta que al minuto 85, en un cobro en corto de tiro esquina metió la diagonal al área donde Rafa Márquez no pudo controlar en primera instancia, pero el balón le volvió a caer en un rebote, y ahí el capitán del Tri metió un bombazo al ángulo superior izquierdo del arco de Muslera para decretar la ventaja mexicana con el 2-1.
Ya en el segundo minuto de compensación, el “Chucky” abusó por izquierda a pase de Raúl Jiménez, donde provocó el 3-1, obra de Héctor Herrera, para asegurar el primer lugar del grupo para los aztecas.
LA FIGURA
Hirving Lozano (México)
El “Chucky” fue terrorífico para la zaga uruguaya. A partir de su ingreso, México por fin tuvo desequilibrio por las bandas. De sus pies salieron las jugadas con las que el Tri dibujó la victoria de 3-1, en el momento más bravo del cotejo.