Por acusaciones de empleados sobre presuntos moches e irregularidades en el manejo de alimentos, fue suspendido el subgerente de la Unidad Operativa Chetumal de Diconsa, Mario Alberto Castro Basto, quien se encuentra bajo investigación.
La semana pasada, Julio Almeyda López, ex auxiliar administrativo de la Unidad Operativa, realizó una conferencia de prensa para denunciar faltantes de mercancía por más de 477 mil pesos, así como un acumulado de cuatro toneladas de alimento podrido.
Imágenes de medios locales mostraron que las cajas llenas de alimentos, algunos próximos a caducar y otros en estado de putrefacción, estaban apiladas en patios y bodegas de Diconsa.
Además, había documentos con facturas, cobranzas, devoluciones a tiendas y proveedores, las cuales fueron destruidas.
Héctor Acosta, ex subjefe de bodega, acusó un contubernio entre Castro Basto y otros funcionarios de la Unidad Operativa, quienes manipulaban la cantidad de alimento disponible y pedían moches para la compra de producto.
Estos señalamientos han sido minimizados por Castro Basto ante medios locales de Quintana Roo.
“Se ven tres o cuatro toneladas, en Diconsa manejamos 48 mil toneladas anuales en mercancías, y al mes mil 750 toneladas. Es normal que algunos (se pudran), es un procedimiento normal”, declaró.
Sin embargo, ayer Diconsa comunicó la suspensión de Castro Basto, mientras el Órgano Interno de Control investiga supuestas irregularidades administrativas.
Además, la dependencia garantizó la operación de abasto alimentario en las 341 tiendas comunitarias ubicadas en Quintana Roo.