El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es cuatro veces más alto en los indígenas migrantes alertó Guillermo Núñez Noriega, durante la presentación de su libro ¿Qué es la diversidad sexual?, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2016.
Al estudiar la diversidad sexual en los pueblos indígenas, señaló Núñez Noriega, “nos dimos cuenta que no había políticas públicas y sigue sin haberlas” en el tema de VIH-sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) para estas comunidades.
“Cuando se les pregunta a los funcionarios públicos por qué pasa esto, su respuesta es que el VIH no era un problema en esas comunidades del país porque están más cerca de la naturaleza, lo que conlleva un profundo prejuicio heterosexista del racismo, porque de acuerdo a ellos, la naturaleza es heterosexual, por lo cual, esa enfermedad no les da”, lamentó Núñez.
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) resaltó que 15 millones de personas tienen acceso al tratamiento para el VIH, la tasa de infección se ha reducido un 35 por ciento desde 2000, mientras que en las mujeres la disminución es del 40 por ciento a partir del 2004.
“Sumado a los prejuicios que hay en contra de la diversidad sexual en las comunidades indígenas y a lo largo y ancho de la República Mexicana, algo alarmante que se ha encontrado es que el VIH para pueblos migrantes es 4 veces más alto que la media poblacional”, reiteró el investigador de tiempo completo de la Coordinación del Desarrollo Regional del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo.
Otro grupo población que enfrenta discriminación por sus preferencias sexuales en los Centros de Atención para Adultos Mayores son las personas mayores de 60 años, por lo que el experto enfatizó la importancia de que la perspectiva de la diversidad sexogenérica sea transversal a la política pública.
“La homosexualidad, la transexualidad, transgeneridad, lesbianidad, toda la diversidad sexual existe en todas las clases sociales; en gente pobre, en gente de clase media, obreros, campesinos, en pueblos indígenas.
“Hay que abortar esa idea heterosexista del amor, esa idea que han vendido los medios de comunicación que siempre el amor es entre hombre y mujer, lo vemos en las películas y nos insisten constantemente. Además, es un hombre masculino y la mujer femenina, el cazador y la princesa. De hecho, todos los arquetipos que hay del amor romántico son construidos en términos de género, todo ese aparato ideológico nos impide reconocer la diversidad amorosa, como se le podría llamar, que es algo que habría que incluir en la discusión de la diversidad sexual”, dijo el doctor por la Universidad Estatal de Arizona.