ESTE VIERNES 8 de enero, el Instituto Electoral de Quintana Roo dio inicio formal el proceso electoral estatal, el cual considera nuevos lineamientos relacionados con acciones afirmativas que sin duda permitirán una mejor representación de los ciudadanos en la Cámara de Diputados y en los gobiernos locales, y una mejor calidad de nuestra democracia.
Además de continuar con la paridad de género en las candidaturas (50 por ciento para hombres y 50 por ciento para mujeres), los partidos deberán postular al menos dos candidatos jóvenes, un hombre y una mujer menores de 29 años de edad, en cada planilla de los once Ayuntamientos.
También deberán postular candidaturas indígenas: 3 en Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos y Lázaro Cárdenas; 2 en Bacalar y Tulum, y una en Benito Juárez, Isla Mujeres, Othón P. Blanco, Puerto Morelos, Cozumel y Solidaridad, respetando igualmente los lineamientos de paridad de género.
De lo más notable es que por primera vez en un proceso electoral, y siguiendo los lineamientos contra la violencia de género, no podrán ser candidatos aquellos que hayan sido condenados por violencia intrafamiliar, quienes hayan sido condenados por violación sexual y aquellos deudores de pensión alimenticia.
También se realizará la consulta popular para el retiro de la concesión de Aguakán que promueve la senadora Marybel Villegas; claro, en caso de que el INE valide en su momento las firmas ciudadanas de respaldo a la misma.
Doce partidos políticos, en coalición o no, van a disputar 11 presidencias municipales, 11 sindicaturas y 117 regidurías; es decir, 139 cargos de elección popular estarán en juego, además de las 4 diputaciones federales. A las postulaciones de los partidos políticos habrá que sumar a los aspirantes independientes que logren obtener su registro ante el órgano electoral.
Los partidos que podrán competir son Morena, PAN, PRI, PRD, PVEM, PT, MC, MAS, Confianza por Quintana Roo, Encuentro Solidario, Redes Sociales Progresistas y Fuerza por México. El PES quedó fuera, ya que se le retiró su registro local.
Para las actividades de los partidos de este año, el Ieqroo les destinó 71 millones 219 mil pesos, de los cuales 23 millones 380 mil deben ser para las campañas, pero se entiende que también recibirán recursos de sus comités nacionales por las prerrogativas que les otorga el INE a nivel nacional, así como aportaciones de militantes y sector privado sin sobrepasar los límites legales ya establecidos. (Diana Alvarado)
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EL VERDADERO ENEMIGO de Morena está en el interior del mismo partido; bien dijo en su momento nuestro gran filósofo popular Juan Gabriel: que “lo que se ve no se juzga”, y en estos momentos de definiciones, en pleno arranque del proceso electoral local, resulta claro –volviendo a los dichos populares– que a los morenistas se les está haciendo bolas el engrudo.
Ante el reto de salir avante en la elección del 6 de junio, en circunstancias muy diferentes a las de 2018, cuando el empuje de Andrés Manuel López Obrador les bastó y sobró a los candidatos locales para arrasar en las urnas prácticamente sin hacer campaña, hoy el panorama se les ha complicado desde antes de iniciar, pues es tiempo que no aciertan a acordar la selección de quienes los abanderarán en los municipios que hoy gobiernan: Benito Juárez, Solidaridad y Othón P. Blanco.
Y es que pese a los discursos de unidad enarbolados desde la cúpula del partido, en la realidad siguen pesando más las rencillas y los intereses de grupo.
En Cancún, el municipio más poblado y de mayor poder económico, la alcaldesa Mara Lezama busca reelegirse, pero tiene encima a su acérrima enemiga Marybel Villegas y a la diputada local Reyna Durán; si brinca ese obstáculo ya lo demás será puro trámite, ya que no habrá alianza alguna que la confronte.
En Solidaridad, Laura Beristain pretende hacer lo propio. Ella sólo tiene en contra a una regidora que intenta moverle el tablero, pero de ahí no pasará, por lo que tendrá muchas probabilidades de reelegirse.
Otro cantar es el caso de Othón P. Blanco, que ha resultado ser el “Talón de Aquiles” del morenismo local, pues la pésima gestión de Othoniel Segovia le ha valido a pulso el repudio popular, lo que no sólo hace prácticamente imposible pensar siquiera en la posibilidad de una reelección, sino que obstaculiza fuertemente las posibilidades de su partido para conservar la presidencia municipal.
Retomando la sabiduría popular, dicen que en la guerra y en el amor todo se vale, y aún no hay nada para nadie; hasta el momento sólo hay puras especulaciones, está por verse de qué cuero salen más correas, las negociaciones continúan y pronto se conocerá la lista de los morenistas con sus aliados verdes… y a ver en dónde dejan al PT.
Pero eso ya será otra historia, a la que habremos de referirnos posteriormente. (Joaquín Pacheco Cabrera)
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ESTA SEMANA QUE viene, y seguramente por una buena temporada, la senadora Marybel Villegas Canché se hallará en el vórtice de un huracán, cuando se revelen detalles de una denuncia interpuesta en su contra ante la Fiscalía General de la República (FGR), donde es señalada como centro de una trama para realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita, así como por enriquecimiento inexplicable.
El denunciante es un conocido abogado y catedrático de Derecho, José Luis Pineda Díaz, quien además está muy al tanto de la trayectoria de Villegas Canché.
Pineda Díaz fue compañero de Villegas Canché cuando colaboraron juntos en el tormentoso gobierno que encabezó aquí en Cancún Juan Ignacio García Zalvidea, mejor conocido como “Chacho”.
En aquellos tiempos, Villegas Canché militaba en el Partido Verde, antes de hacer su periplo por el PAN, PRD, PT, PRI y, finalmente, quizás, Morena.
Se sabe que la demanda la señala de haber participado en una estratagema para adjudicar un área importante de terrenos, de forma gratuita, a su esposo el notario Jorge Gilberto Parra Moguel, y a su hermano, Javier Raymundo Villegas Canché, en el estado de Yucatán.
El denunciante asegura que entregó pruebas documentales a la FGR y pide que se de cuenta de las investigaciones y resultados a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Esa denuncia no será el único problema que enfrente la senadora, pues su ex compañero abogado asegura que cuenta con otros recursos en su contra, que irá desahogando próximamente.
No sobra decir que estas semanas son claves para construir percepción ciudadana sobre la trayectoria de los aspirantes a cargos de elección popular. Las encuestas en Morena están en marcha, y detectan positivos, pero, sobre todo, negativos.
Marybel Villegas quiere ser presidenta municipal con todas sus ganas, para tomar impulso hacia el 2022 para ir, ha dicho, por la gubernatura. Tiene que solucionar sus asuntos primero. (Antonio Callejo)
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COMO EL DÓBERMAN, morenistas de Quintana Roo -de esos que se dicen “auténticos”- desconocieron y dentellaron a sus aliados en las elecciones pasadas, donde ganaron las Alcaldías más importantes y la mayoría del Congreso. Ahora, dicen que irán solos en el proceso de este año.
Porque argumentando que más vale solos que mal acompañados (¿apenas se dieron cuenta de la infausta compañía?) y que no necesitan de sus vejigas para nadar, los que pregonan ser representantes de los verdaderos ideales de la “4T” y del presidente López Obrador en el estado, se desmarcaron tajantemente del PVEM y del PT, partidos que, dicen, no aportan nada a Morena, juntan apenas el 3% de la votación, arrastran un pasado turbio ligado a actos de corrupción y que, por lo tanto, pues, no se merecen la mitad de las candidaturas que están en juego este 2021.
Vista así tiene lógica la protesta y pudiera creerse que es un acto de congruencia a los ideales de Morena nacional y AMLO; una demanda de justicia para los morenistas de base que sólo los usaron para hacer talacha y no les dieron nada en el proceso anterior; una necesidad auténtica de desprenderse del lastre que, en efecto, les significan el Partido Verde con sus ‘juniors’ voraces y el PT como ambiciosa franquicia familiar.
Pero como siempre hay un “pero”… tanto lógica como congruencia se diluyen si vemos que quien está detrás del “descontón” a los aliados de Morena son Marcos Basilio y Erick Sánchez, aspirantes a diputados federales en los distritos 03 y 04 -que son para mujeres, por cierto- y alfiles reconocidos de la dolorosa piedra en el zapato del partido lopezobradorista, la senadora Marybel Villegas.
Y es que, “coincidentemente”, la protesta de esta tribu marybelista en Morena-Quintana Roo se da poco después de que en cónclave de partidos en la Ciudad de México, tanto PVEM como PT se manifestaron a favor de que la candidata a la Presidencia Municipal de Cancún fuera Mara Lezama, lo que seguro le hizo hervir la bilis a la senadora Villegas, quien también la quiere… porque la quiere.
Muy al estilo de Marybel, quien ésta misma semana (como detalla Antonio Callejo arriba) fue denunciada ante la FGR por enriquecimiento inexplicable y operación de recursos ilícitos, sus escuderos se le lanzaron a los madrazos a los aliados “traidores” que escogieron a Mara y no a su broncuda mecenas.
En lo nacional, Morena ha avalado la coalición con el Verde y el PT, la cual en Quintana Roo intentan ahora reventar. Los patos tirándoles a las escopetas, le llevan las “contras” a AMLO y a Mario Delgado, para satisfacer un solo ego personal cargado de profundos intereses.
Una vez más, Morena está expuesta al fuego amigo de un personaje que si bien ganó la senaduría que le ofrecieron en el 2018, ha generado desde entonces más problemas que resultados. Marybel Villegas quiere ser alcaldesa de Cancún y va a pelear la nominación a los chingadazos. Como le gusta, como tanto le sabe. Es su estilo y parece que así le ha funcionado. (Jorge Castro Noriega)