Cancún, 8 de febrero.— El 2019 fue un año de muchos retos para la Fundación Ciudad de la Alegría, como lo fue para muchos hogares y asociaciones.
“Vivimos momentos muy complicados para la recaudación, tanto en efectivo, que se quedó 15 por ciento abajo del presupuesto, como en especie, pero eso no nos impidió ayudar a más gente”, manifestó Paola Hidalgo, gerenta de Desarrollo Institucional.
De hecho, continuó, en 2019 apoyamos a más de 48 mil personas, mil más que en 2018, con diferentes servicios y ayuda en nuestros hogares y con nuestros programas. Eso nos indica que vamos bien, tocando más puertas mediante diferentes asociaciones y empresas con las que creamos vínculos.
La entrevistada indicó que aún cuando la carencia de recursos dificulta el otorgar algunos apoyos, también proporcionan ayuda en especie, que es considerable, pero se tiraron cuatro toneladas porque muchas veces el medicamento ya caducó, que la ropa sea digna. El volumen total de lo que recibimos fue mayor, pero también creció la cantidad que se desechó.
“En 2019 hubo varios servicios con alta demanda, pero en general el hogar de los abuelitos es el que más necesidades tiene a lo largo del año, pero también el servicio médico, mediante el cual se dio apoyo a casi 4 mil personas con medicamentos, consultas, seguimiento. En el año se organizaron ocho brigadas con las que fuimos a diferentes lugares de Cancún y la zona maya para llegar y brindar ayuda médica y legal a personas que no se pueden trasladar a esta ciudad”.
Asimismo, recordó que el año pasado se brindó atención a 65 adultos mayores, pese a que se tiene capacidad para 56 y hay una lista de espera que rebasa esa cifra. Más de la mitad de los que están en el lugar no tienen una red de apoyo, pero se recibe ayuda del 70 por ciento de los 3 mil 100 voluntarios que llegaron en 2019, quienes conviven con ellos, organizan talleres o simplemente les ayudan a comer.
Paola Hidalgo apuntó que la Fundación Ciudad de la Alegría apoya a otras 28 asociaciones con alimento excedente, blancos, ropa o medicamentos para ayudar a más personas.
“Tenemos benefactores que han estado con nosotros a lo largo de la historia de la fundación, quienes continúan apoyando, pero en muchos casos es menos y hay, incluso, quienes suspendieron su ayuda con el ofrecimiento de volver este año, ya sea con ayuda económica, en especie o con voluntariado”.
Incluso, aseguró que el apoyo de Best Day no ha bajado, a pesar de los cambios que se han dado en la empresa, y esperan que este año se siga trabajando en conjunto.
“Tenemos 13 hogares y programas y más de 250 personas que viven en la fundación, entre mujeres, religiosas, abuelos y enfermos, quienes todos los días requieren desayuno, almuerzo y cena, de modo que la principal necesidad es de alimentos”.