Equiparan estrés por combate al #COVID19 con síndrome de estrés postraumático

Los trabajadores de salud que se encuentran en la primera línea de batalla contra el coronavirus experimentan el mismo síndrome de estrés postraumático que han vivido sobrevivientes de ataques violentos, tortura, violación, accidentes o fenómenos naturales.
Los médicos, enfermeras, así como empleados sanitarios son susceptibles de padecer enormes afectaciones sicológicas debido a la atención de la enfermedad, encontró el estudio Síntomas de estrés postraumático en trabajadores de la salud durante la enfermedad del coronavirus 2019, el cual fue publicado en el repositorio virtual de investigación científica Wiley, y compartido por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“El estrés postraumático se presenta tras eventos traumáticos que sobrepasan la experiencia humana normal, como ataques físicos violentos, tortura, accidentes, violación sexual y desastres naturales”.
Al citar este estudio, la Unidad de Educación, Investigación y Políticas de Salud del IMSS alertó que el estrés postraumático afecta la conducta y el estado sicológico de los trabajadores de la salud.
“[El estrés postraumático] es un estado sicológico de desajuste emocional como consecuencia de la exposición a eventos traumáticos. Afecta la conducta y estado sicológico. Es importante tener consciencia de tu estado emocional y prestar atención a síntomas inusuales, y, si lo requieres, acude con el profesional de la salud mental de tu sede”, se lee en el documento.
El pasado 2 de junio, la Secretaría de Salud reportó que 20 mil 217 trabajadores del sector se contagiaron de Covid-19.
Las entidades en las que hay más casos son la capital del país y el Estado de México.
Entre los más afectados están el personal de enfermería, con 42%; personal médico, con 32%; otros profesionales de la salud, 23%; laboratoristas, con 2%, y dentistas, 1%.
El estudio reportó que los sobrevivientes de estos eventos, que son más traumáticos que las experiencias que viven la mayoría de las personas, muestran patrones típicos de bloqueo e insensibilidad emocional, así como persistencia del trauma.
Las afectaciones derivan de que el personal sanitario no sólo se enfrenta a una enfermedad cualquiera, sino que ésta es altamente mortal y, además, en su quehacer cotidiano están sometidos al escrutinio de la opinión pública.
Estos factores dejan a los trabajadores en condiciones de vulnerabilidad emocional y laboral, con sufrimiento físico y mental.
Entre los médicos chinos que se enfrentaron al estrés que genera formar parte de la primera línea de batalla contra la epidemia, días y semanas después del control del brote mostraron un rendimiento bajo o pobre en su estado anímico, salud física y relaciones interpersonales.
“Los trabajadores de la salud son vulnerables a los impactos sicológicos a largo plazo que tendrá la epidemia [de coronavirus].
“Están en la primera línea de batalla, mientras se enfrentan a la alta tasa de mortalidad de la enfermedad y a una intensa cobertura mediática, factores ante los cuales, indudablemente, mostrarán emociones como miedo, ansiedad, enojo y frustración”, señala el estudio.
“Derivado de la velocidad con la que se transmite la epidemia de Covid-19, no sólo incrementan las preocupaciones relacionadas con la salud pública, sino que también genera un enorme trastorno sicológico, principalmente entre los trabajadores que se encuentran en el centro de cualquier respuesta de salud pública y, al ser la base de la misma, no pueden ceder ante la presión de la crisis”.
El estudio fue elaborado por nueve investigadores de las áreas de Psicología y Salud Mental Neurología, y Hematología de la Universidad Médica Naval de Shanghái, el Primer Hospital Baoshan Branch del Pueblo de Shanghái y el Hospital Psiquiátrico de Xianyang, China.
Los científicos estudiaron el comportamiento y la calidad del sueño de los profesionales de la salud en dicho país, luego de que se presentaron los primeros 20 mil casos, así como las afectaciones sicológicas que les quedaron tras un mes de “sufrimiento y estrés” por encontrarse en la primera línea de la batalla contra el Covid-19.
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