Parece que en las últimas semanas se controló en buena medida el posible colapso de parte del sistema bancario estadounidense tras la caída del Silicon Valley Bank y de Silvergate. Sin embargo, no debemos olvidar que las circunstancias que provocaron este colapso siguen ahí. Los tipos de interés en Estados Unidos siguen siendo muy elevados, resulta cada vez más difícil pagar la renta en buena parte del mundo occidental, y los impagos de los créditos se suceden en buena parte del mundo.
El panorama no se ve demasiado bien para el sector bancario tradicional, pero esto puede suponer una excelente oportunidad para invertir en empresas alternativas dedicadas a la economía digital. Ya en 2020 vimos como la caída de las bolsas se tradujo en un enorme impulso al alza en el mercado de criptomonedas, y ahora puede ocurrir algo muy similar. No es necesario dar el salto hasta las criptodivisas. Basta con acudir al mercado bursátil para invertir en empresas facilitadoras de pagos online como PayPal, Global Payments o Square.
PayPal
Comencemos por PayPal. Es evidente que PayPal es la empresa de gestión de pagos digitales más conocida del mundo. Fue pionera en este sector, y es la que mueve más dinero online en transferencias. Son muchas las empresas que aceptan pagos utilizando este sistema, tanto plataformas de e-commerce como compañías de software y, por supuesto, muchas de las casas de apuestas digitales que puedes encontrar en https://apuestasonline24.mx/
Por todo esto, parece que PayPal lo tiene todo muy de cara para constituirse en una buena inversión durante 2023. PayPal crea una de las empresas que experimentó un mayor impulso al alza en 2020, coincidiendo con la pandemia global. Desde 2022, sus valores bursátiles han vuelto a los niveles de 2019, lo que hace que muchos analistas consideren que PayPal se encuentra infravalorada. Esto podría suponer una gran oportunidad de inversión.
Global Payments
Global Payments tuvo un comportamiento en bolsa bastante parecido al de PayPal. Con un precio en torno a los 100 dólares por acción en 2019, se disparó hasta los 200 dólares entre 2020 y 2022. Ahora vuelve a estar en niveles que rondan los 100 dólares, pero estos niveles son muy bajos e incluso en comparación con el precio que había tenido en 2019. Y lo cierto es que las transacciones digitales no dejan de aumentar.
Por eso es previsible que Global Payments aumente de forma considerable su rendimiento en los mercados. De hecho, ya tuvo un gran impulso al alza a comienzos de 2023, y muy posiblemente este impulso podría retomarse durante los próximos meses.
Square
Mención aparte merece Square, donde también vemos repetirse el patrón del gran impulso al alza entre 2020 y 2022, y la posterior corrección que ha devuelto los valores de sus acciones a las que tenía antes de la pandemia. Decimos que Square merece una mención aparte porque se trata de una compañía que estaba en pleno proceso de expansión antes de la pandemia.
Una de las apuestas más destacadas de Square es la distribución de datáfonos y puntos de venta digitales en comercios físicos. Esto podría permitir a la compañía de Jack Dorsey abarcar una cuota de mercado muy superior, y contar con una resiliencia mayor a los vaivenes tanto del comercio presencial como del comercio digital.
Coinbase
El caso de Coinbase es muy especial. Se encuentra en niveles de cotización que rondan los 60 dólares por acción, y no ha experimentado una caída muy pronunciada a pesar de la noticia del colapso del Silicon Valley Bank. Este banco fue uno de los que invirtieron más fuertemente en Coinbase, con lo que se especuló sobre la viabilidad de esta plataforma tras la caída del SVB.
Sin embargo, Coinbase se está manteniendo firme en bolsa. Además, Cathie Wood –la popular fundadora de ARK Invest– hizo una apuesta muy decidida adquiriendo 7,7 millones de dólares en acciones de Coinbase. A sus ojos, el precio de estas acciones se encontraba en valores mínimos, y el recorrido de Coinbase podría ser muy alcista en los próximos meses.
Robinhood
Finalmente, tenemos Robinhood, una plataforma de trading que resultó tristemente famosa durante el episodio de la compra de acciones de Gamestop a mediados de 2021. Tras el enorme impulso al alza que debieron estas acciones durante una campaña de internet, Robinhood decidió ceder a las presiones de diversos grupos de inversión y restringió su compra de manera unilateral, traicionando la confianza de sus usuarios.
Esto hizo caer el precio de sus acciones desde los 55 dólares hasta los apenas 9,75 que valen hoy en día. Y a esto hay que añadir que Robinhood utilizaba el Silicon Valley Bank para proveerse de liquidez. Tras el colapso del SVB, muchos inversores dudan de la capacidad de Robinhood para hacer frente a sus pagos y están optando por otras plataformas de trading.