El ejercicio físico es beneficioso para la salud y eso está bien claro, pero ¿necesitamos descansar entre días de esfuerzo? ¿Es bueno hacer ejercicio todos los días? Para poder dar una respuesta te mostramos lo que la ciencia dice al respecto.
Mayor frecuencia de ejercicio, intensidad adaptada y más beneficios
La frecuencia con que nos ejercitamos quizá esté siempre en relación con la intensidad a la cual entrenamos. Es decir, si nos esforzamos mucho un día es posible que al día siguiente necesitemos del descanso y no podamos ejercitarnos. Sin embargo, sólo cuando la intensidad es muy alta la baja frecuencia de ejercicio es beneficiosa según un estudio.
Al parecer, la alta frecuencia ya sea a intensidad moderada o alta siempre es beneficiosa y produce cambios en nuestro estado físico mejorando entre otras cosas en los lípidos en sangre y el consumo máximo de oxígeno.
Asimismo, para rehabilitación de pacientes cardíacos se ha observado que la frecuencia alta, es decir, entrenar a diario, produce mejores resultados sobre todo a nivel psicológico, que entrenar pocas veces a la semana.
Lo mismo sucede en adolescentes y al momento de controlar la glucosa en sangre y la composición corporal en quienes tienen diabetes tipo 2, según una investigación realizada en Brasil.
Por otro lado, se ha constatado que para mejorar la salud ósea resulta mejor entrenar a diario que ejercitarnos a alta intensidad pocas veces a la semana. Por lo que una vez más la ciencia se encuentra a favor del ejercicio diario.
Por último y no menos importante, se ha comprobado que cuando se prescribe ejercicio de moderada intensidad y alta frecuencia éste tiene mejor adherencia que aquel de alta intensidad y baja frecuencia.