Ciudad de México, 22 de junio.- De acuerdo con información satelital, está previsto que este martes 23 de junio entre a México, por la Península de Yucatán, la nube de polvo del Desierto del Sahara, sin que represente un riesgo para la población, informó el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).
El organismo detalló que este fenómeno se encuentra sobre el océano Atlántico, frente a las costas de África, con dirección al mar Caribe, Centroamérica y posiblemente a México, de acuerdo con la imagen del satélite GOES 16, publicada por la Comisión Nacional del Agua del pasado 17 de junio.
“La cantidad del polvo del Sahara que ingresa a nuestro país depende de la intensidad del viento y concentración de éste sobre África; además, se ha observado que se incrementa por el fenómeno de ‘El Niño’ , que actualmente tiene una fase neutra del ENSO (El Niño-Oscilación del Sur), y normalmente no representa un peligro para la población”, explicó el CENAPRED.
De acuerdo con el organismo, dependiente de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), el polvo tiene un efecto directo en la cantidad de nubosidad y lluvias.
Se explicó que una de las principales características o indicios de la presencia del polvo del Sahara es que el día se torna grisáceo, los atardeceres rojizos y hay escasa nubosidad.
Debido a que la nube de polvo ingresa de forma directa por el oriente y sureste del país, la Sierra Madre Oriental es una barrera natural para cruce al centro del territorio, por lo que sólo pequeñas concentraciones logran hacerlo.
Ante la llegada del fenómeno, el CENAPRED recomendó a la población atender los avisos del Servicio Meteorológico Nacional y de la CNPC.
En caso de que las concentraciones de polvo del Sahara sean importantes de debe evitar exponerse a las altas concentraciones, resguardarse durante su presencia y cerrar todas las entradas de aire a las habitaciones.
Si es necesario estar a la intemperie, las personas deben protegerse con lentes y cubrebocas o pañuelo; cuidado que se debe intensificar con protectores respiratorios tales como mascarillas o un pañuelo de tela húmedo para cubrir nariz y boca para personas con enfermedades respiratorias crónicas (EPOC o asma), adultos mayores, mujeres embarazadas y niños.
Ante la sensación de cuerpos extraños en los ojos, hay que lavarse con abundante agua, de preferencia potable, hervida o clorada, y lavarse las manos antes de iniciar el procedimiento.