¿Está la humanidad cada vez más cerca de confirmar que hay vida inteligente más allá de nuestro planeta? Por lo pronto el Comando Espacial de EU confirmó un descubrimiento hecho por los doctores Amir Siraj y Abraham Loeb: el del primer objeto interestelar en la historia de la humanidad.
“Tuve el placer de firmar un memorando para confirmar que un objeto interestelar detectado previamente es de hecho un objeto interestelar, un hecho que ayudó a la comunidad astronómica en general”, dijo la semana pasada John Shaw, subcomandante del Comando Espacial.
6/ “I had the pleasure of signing a memo with @ussfspoc’s Chief Scientist, Dr. Mozer, to confirm that a previously-detected interstellar object was indeed an interstellar object, a confirmation that assisted the broader astronomical community.” pic.twitter.com/PGlIOnCSrW
— U.S. Space Command (@US_SpaceCom) April 7, 2022
Pero, ¿de qué objeto estaba hablando el militar? Clasificado como CNEOS 2014-01-08, este objeto se estrelló hace ya más de ocho años contra la Tierra, iluminando los cielos de Papúa Nueva Guinea en enero de 2014.
La NASA se refiere a este tipo de objetos como bólidos, es decir, meteoros que son demasiado chicos para impactar contra la Tierra, pero lo suficientemente grandes para crear espectaculares ‘bolas’ de fuego mientras se desintegran en la atmósfera.
La agencia mediante su Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS, por sus siglas en inglés) guarda registro de la entrada de los bólidos desde 1988, contando hasta ahora más de mil eventos de este tipo.
¿Por qué CNEOS 2014-01-08 llamó la atención de dos científicos?
Adelantamos el reloj ahora a 2019, cuando Siraj y Loeb llevaban algunos meses estudiando un objeto denominado como ‘Oumuamua’ (’explorador’ en hawaiano), que Loeb aseguró era el primer signo de vida inteligente más allá de la Tierra detectado en el Sistema Solar.
“Dado que ‘Oumuamua se originó fuera del Sistema Solar, cada una de sus propiedades, incluida su detección, brindó información previamente inaccesible sobre nuestro vecindario cósmico”, relató Siraj para el sitio Scientific American.
Fue ahí cuando ambos expertos vieron en la base de datos del CNEOS una ‘oportunidad’ de descubrir si otros objetos con características similares a ‘Oumuamua’ (una velocidad inusual y una trayectoria de órbita específica) habían chocado contra la Tierra.
Siraj explica que cualquier objeto que se mueva a más de 42 kilómetros por segundo despierta una especie de ‘alerta’ porque significa que está ‘libre’ de los efectos de la gravedad ejercida por la estrella de nuestro sistema y, lo más importante, que puede provenir de otro sistema.
“Los datos del CNEOS sobre el bólido de la isla Manus de 2014 indicaron que el meteorito golpeó la atmósfera de la Tierra a unos 45 kilómetros por segundo, dato muy prometedor”, explicó el doctor para Scientific American.
Un análisis posterior hecho por Siraj mostró, de hecho, que la velocidad de impacto fue mucho mayor (60 kilómetros por segundo) al separar los efectos de la Tierra sobre el bólido y del movimiento de la Tierra alrededor del Sol.
¿Y por qué el descubrimiento se confirmó hasta 2022?
El problema para ambos investigadores fue hasta cierto punto burocrático. De acuerdo con Vice, Amir Siraj y Abraham Loeb necesitaban de ciertos datos para verificar sus cálculos sobre el bólido CNEOS 2014-01-08 los cuales, para mala suerte de ellos, estaban considerados clasificados por el Gobierno de EU.
Fue hasta la semana pasada que la NASA anunció, tras llegar a un acuerdo con el Comando Espacial de EU, la desclasificación de datos recopilados sobre bólidos por sensores del Gobierno estadounidense esto “en beneficio de las comunidades científica y de defensa planetaria”.
“Los datos recientemente publicados abarcan información sobre el brillo cambiante de los bólidos a medida que pasan a través de la atmósfera de la Tierra que podría mejorar la capacidad actual de la comunidad de defensa planetaria para modelar los efectos de los impactos de asteroides más grandes que algún día podrían representar una amenaza para la Tierra”, señaló la NASA.