Ataviado con un traje negro, camisa blanca y corbata roja, Donald Trump prestó juramento este viernes como 45° presidente de Estados Unidos y anunció que blindará las fronteras del país a los inmigrantes y protegerá al país de “los estragos” provocados por el libre comercio, en una clara amenaza al sector productivo internacional.
La altanera exestrella televisiva de gran jopo dorado y sin ninguna experiencia política, que sucedió en las riendas de la primera potencia mundial al demócrata Barack Obama, prometió poner siempre a “Estados Unidos en primer lugar” en su discurso inaugural, cuyo inicio coincidió con una llovizna.
Trump, que quiere deportar entre 2 y 3 millones de inmigrantes sin papeles y construir un muro en los 3 mil 200 kilómetros de frontera con México y cobrárselo a los mexicanos, quizás a través de impuestos a las remesas de inmigrantes; también enumeró en su discurso dos reglas simples: compre estadunidense y contrate estadunidenses.
“Estamos transfiriendo el poder de Washington DC y devolviéndoselos a ustedes, la gente”, dijo Trump, de 70 años, que fijó como prioridad erradicar el terrorismo islámico radical. También lamentó que EU “enriquezca a industrias extranjeras y subsidie ejércitos extranjeros”.
El Gabinete de Trump es el más blanco y el más rico en décadas. Incluye a un sólo afroamericano y por primera vez en casi 30 años, a ningún hispano, lo cual le ha valido fuertes críticas de la primera minoría del país, con más de 55 millones de personas (17% de la población).
Por su parte, México observa al magnate inmobiliario neoyorquino con inquietud. Sus políticas ya le han costado millones en inversiones empresariales y podrían arrastrar al país a una recesión en 2017.
YA LEVANTA UN MURO GLOBAL
Tras haber jurado ante la Biblia, el Presidente inició con la construcción figurativa de un muro que lo aísla de momento de todo el mundo, ya que los embajadores estadunidenses fueron despedidos, en algunos casos, sin que se hayan nombrado a los reemplazos para ocupar sus puestos.
El republicano exigió a todos los diplomáticos nombrados por su antecesor, Barack Obama, abandonar sus cargos el día de su inauguración presidencial, sin concederles un periodo de gracia, por lo que hasta 80 embajadores abandonaron su cargo.
Es una política común que los embajadores renuncien al comenzar una nueva administración, pero lo poco usual es que no se hayan nombrado reemplazos.
El proceso para nombrar a los reemplazos podría tardar meses, lo que “cortaría una línea directa con el Presidente, y algunos en países que tienen relaciones sensibles con EU”, indicó The Independent.
Trump también podría dar marcha atrás en el acercamiento con La Habana impulsado por Obama y todo indica que será más agresivo con Venezuela, Colombia y México.
Espera Wall Street decisiones de Trump
Wall Street bajó levemente, en lo que parece ser un signo de impaciencia sobre los primeros pasos que dará el nuevo presidente de Estados Unidos Donald Trump. En la semana cerrada este viernes con la investidura de Trump, el Dow Jones bajó 0.29%, el Nasdaq dejó 0.34% y el S&P 500 retrocedió 0.15%, un fenómeno que pocas veces se ha visto tras una toma de protesta presidencial.
“Es el calendario lo que está causando problemas”, dijo Gregori Volokhine de la firma Meeschaert al dar cuenta de la impaciencia estimulada por el lento proceso de confirmación de los miembros del nuevo Gobierno estadunidense.
Los inversores se preguntan cuándo y a qué ritmo, Trump empezará a instrumentar sus promesas de rebajar impuestos, aumentar los gastos en infraestructura y la eliminación de reglamentaciones de algunos sectores.
Esos tres factores fueron los que hiciera que Wall Street subiera sostenidamente y a niveles récord desde que Trump ganó las elecciones de noviembre. Wall Street está ávida de conocer detalles concretos de la política económica de Trump.
“Ya no hay una sensación de euforia. Los inversores empiezan a decir ‘vuelven los riesgos’”,dijo Volokhine.
Mientras tanto, este viernes ocurrió un fenómeno que no se había visto en 50 años tras la investidura presidencial en Estados Unidos. Las bolsas de valores del mundo representaron alzas. Esto se reflejó en México: el dólar estadunidense cerró con un descenso de 31 centavos y se ofertó en 22.04 pesos, respecto al cierre previo, y se adquirió en un mínimo de 20.85 pesos en bancos de la Ciudad de México.
A su vez, la divisa europea retrocedió 22 centavos comparado con el cierre de la jornada anterior, al venderse en 23.53 pesos, mientras que la libra esterlina finalizó en 27.18 pesos y el yen se ofreció hasta en 0.220 pesos por unidad.
Este movimiento representó una gran “bocanada de aire” para cerrar la semana financiera en México, tras el descalabro de 45 centavos que sufrió el peso el pasado miércoles.
Confían potencias en alianzas sólidas
El presidente ruso Vladimir Putin no vio en directo la ceremonia de investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, afirmó su portavoz, quien rechazó la idea de que el nuevo jefe de Estado sea el hombre de Moscú en Washington.
“No creo que (Putin) planee ver en directo la ceremonia pero desde luego seguirá las noticias”, dijo el portavoz, Dimitri Peskov.
Por su parte, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu afirmó ayer que espera que la alianza de su país con Estados Unidos sea “más fuerte que nunca”.
Mientras tanto, la primera ministra británica, Theresa May, dijo que cree que el presidente Trump, “reconoce la importancia y el significado de la OTAN”, pese a que declaró que la alianza militar está obsoleta.
Sin embargo, un punto crítico son los roces con China, la canciller alemana Angela Merkel, con esta última a través de Twitter.
Estallan en cólera desde Washington con disturbios
Fue aplaudido a rabiar varias veces por miles de simpatizantes llegados de todo el país. La llamada National Mall reunió a quienes votaron por Donald Trump, quienes mostraron los pulgares arriba y celebraron la llegada de un magnate que con la etiqueta de republicano se apoderó de la Presidencia con un discurso incendiario y racista.
La respuesta no se hizo esperar en las calles aledañas a la llamada “Avenida del Poder” estadunidense.
Alrededor de mil manifestantes anti-Trump chocaron con la Policía y fueron dispersados con gases lacrimógenos tras ocasionar disturbios, justo en el momento en que Trump juraba ante la Biblia que Melania, su esposa, sostenía en sus manos.
La estela de destrucción con basureros, coches incendiados y vitrinas rotas. Los manifestantes anti- Trump con la cara cubierta con pañuelos negros, encapuchados o vistiendo máscaras antigas, lanzaron piedras contra la policía antidisturbios en la K Street, a unos cuantos pasos de la Casa Blanca.
Unos 200 policías intentaron dispersar a los manifestantes tirando decenas de cartuchos de gases lacrimógenos y lanzando gas pimienta.
“Los detenidos en los enfrentamientos entre manifestantes y la Policía en Washington se estiman en 217, mientras que los agentes con heridas leves son seis”, confirmó Peter Newsham, jefe de Policía interino de la ciudad.
MINORÍAS VS ‘SUPREMACÍA’
“Cuatro años de lucha”, se leía en la pancarta de una manifestante enmascarada. Muchos manifestantes protestaban directamente contra Trump, pero una minoría no tan pequeña tenía otras reivindicaciones, sobre todo relativas a los derechos de las minorías.
Shelley Boddie, una mujer negra procedente de las afueras de Washington, estaba muy emocionada.
“No puedo creer que hayamos llegado a este punto. No quiero dejar a nuestro país que vuelva a los años 1960, con el racismo y los derechos de la gente pisoteados”, dijo llorando.
Donald Trump ha nombrado consejero estratégico a Steve Bannon, un hombre cercano a la “derecha alternativa”, movimiento asociado a las ideas nacionalistas y partidario de la superioridad de la “raza blanca”.
No lejos de la avenida Pennsylvania, la gran avenida que conecta la Casa Blanca con el Congreso, los manifestantes anti-Trump, la mayoría jóvenes, bloqueaban el paso a los pro-Trump que se habían dado cita para aplaudir a su líder.
Rechazado por su discurso racista
Legisladores y políticos mexicanos criticaron el discurso de la toma de protesta de Donald Trump como Presidente de Estados Unidos y exigieron al Gobierno federal que prepare una respuesta ante las inminentes deportaciones masivas de mexicanos e inmigrantes a las fronteras nacionales.
El líder nacional del PAN, Ricardo Anaya, advirtió que la Presidencia de Trump representa un reto enorme, por lo que se necesita de acciones claras por parte de Enrique Peña Nieto y su Gabinete ante lo que detonaría una guerra comercial, política y social que afectaría a México de forma grave.
“No hay peor ciego que el que no quiere ver. El reto con Trump es enorme. Exigimos al Gobierno firmeza y dignidad. México cuenta con el PAN”, comentó.
En Twitter, Alejandra Barrales, presidenta del PRD, dijo que su partido defenderá el respeto a los tratados internacionales.
“Mantendremos nuestra voz firme contra cualquier intento de violación a los derechos de nuestros connacionales en EU”.
En tanto, el PRI señaló que el arribo de Trump abre una nueva etapa de relaciones bilaterales con EU, y advirtió que los cambios deben ser enfrentados con determinación.
“En el #PRI defenderemos con entereza la dignidad y los derechos de todas y todos los mexicanos, dentro y fuera de nuestras fronteras”, tuiteó Enrique Ochoa, dirigente nacional del tricolor.
Al considerar el discurso de Trump como una amenaza que encara un retroceso en la relación México-Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador lanzó un plan de 10 puntos para defender la soberanía nacional desde Ciudad Acuña, en Coahuila.
“Actuaremos en defensa de los derechos humanos de nuestros paisanos y de todos los migrantes del mundo. Esto implica la oposición manifiesta, rotunda, a la construcción del muro, la oposición firme, manifiesta, a las deportaciones masivas y a la toma de decisiones unilaterales y prepotentes en materia de libre comercio”, expresó.
Por su parte, militantes del Partido Encuentro Social (PES) protestaron en las agencias Ford de diferentes ciudades del país, luego que la automotriz retirara su inversión tras la amenazas de Donald Trump.
Asimismo, frente a la Embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México, ciudadanos levantaron un muro con cajas de cartón sobre las que hicieron pintas con aerosol oscuro. El repudio a Donald Trump va acompañado por el rechazo a la política del presidente Enrique Peña Nieto y al gasolinazo.
‘México mantendrá una relación respetuosa’
Luego que Donald Trump asumió como Presidente de Estados Unidos, el mandatario Enrique Peña Nieto aseguró que el Gobierno federal trabajará para fortalecer la relación con responsabilidad compartida.
“Felicito al Presidente @realDonaldTrump por su toma de posesión. Estableceremos un diálogo respetuoso con el Gobierno del Presidente, en beneficio de México”, escribió el titular del Ejecutivo federal en Twitter.
El Presidente sostuvo que la soberanía, el interés nacional y la protección de los mexicanos guiarán la relación con el nuevo Gobierno de Estados Unidos. El canciller mexicano Luis Videgaray y el ministro de Economía Ildefonso Guajardo se entrevistarán el 25 y 26 de enero con integrantes del Gobierno de Trump para revisar las cuestiones económicas, de seguridad y migración.
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta
Jacobson, destacó que en su discurso inaugural, Trump se comprometió a trabajar con todas las naciones del mundo.
“Como escucharon, el discurso del presidente Donald Trump duró solamente 17, 18 minutos, y me llamó la atención que él habló de buscar amistad y buena voluntad”, comentó la diplomática.
La embajadora no ha presentado su renuncia a Trump, como hicieron otros embajadores, pues es miembro del Servicio Civil de Carrera del Departamento de Estado, ya que su designación no puede ser considerada “política”.
Sin embargo, ante una inminente recesión en México, la incertidumbre se cierne sobre los mexicanos y la necesidad de buscar mercados internacionales como los de Brasil, Colombia, Perú y Argentina, quienes han demostrado interés en México para el desarrollo de un bloque comercial, ante un aparente desdén a la invitación para mantener la “relación cordial” con EU.
‘Dejaremos TLCAN si no se renegocia’
Estados Unidos dejará el tratado de libre comercio con México y Canadá (TLCAN) si no se renegocian sus términos, dijo ayer la Casa Blanca apenas instalada la nueva administración encabezada por Donald Trump.
“El presidente Trump quiere renegociar el TLCAN. Si nuestros socios se rehusan a una negociación que genere un acuerdo equitativo para los trabajadores estadunidenses, entonces el Presidente avisará la intención de Estados Unidos de romper el tratado”, según las nuevas orientaciones política divulgadas por la Casa Blanca, tras la investidura del líder republicano.
El tratado establece que si una parte quiere retirarse, deberá notificar a las demás su intención y luego se abrirá un período de 180 días para nuevas negociaciones. Si no se llega a un acuerdo, el tratado queda disuelto.
El miércoles el diario canadiense Globe and Mail dijo que el designado secretario de Comercio, Wilbur Ross, notificaría a Canadá y México sus intenciones de renegociar el TLCAN en los días posteriores.
La Casa Blanca también expresó este viernes la intención de retirar a Estados Unidos del tratado transpacífico (TPP) firmado por Obama con 12 países como Chile, México y Perú, que cubren 40% de la economía mundial, y que fue firmado en febrero, pero aún no ha sido ratificado.