Los pronósticos para el tipo de cambio al cierre del año apuntan a un dólar cotizando entre 22 y 23 pesos, luego de haber alcanzado un máximo de 25.78 pesos por dólar el 6 de abril.
La expectativa de una reactivación económica global y buenos flujos de capital son factores que han apoyado la apreciación.
El diferencial de las tasas de interés y el superávit comercial son, en opinión de los analistas de Bx+, otros de los factores que apuntalan al peso.
Sin embargo, en este episodio de aparte calma existen riesgos que conviene no perder de vista.
Alejandro Saldaña, economista en jefe de Bx+, explica que el bajo crecimiento y la posibilidad de una nueva revisión negativa a la calificación soberana puede imprimir volatilidad al tipo de cambio en la segunda mitad del año.
Sin embargo, advierte, uno de los mayores riesgos para el peso hacia el cierre el año son las elecciones en Estados Unidos, pues el discurso del presidente Donald Trump puede tornarse hostil sobre México.
“Es posible que exista un discurso en contra de México y de China. La plataforma política será un elemento a seguir”, señala el economista.
Gilberto Romero, director de mercados de Bx+ explica que el referente es la campaña presidencial de 2016, cuando el discurso proteccionista debilitó a la mayoría de las monedas y favoreció al dólar como activo refugio.
Para el cierre del año, Bx+ espera un tipo de cambio que ronde 22.60 pesos por dólar, mientras que la última encuesta de expectativas del Banco de México contempla una proyección en 23.30 pesos por dólar.
Impacto en las empresas
Los principales impactos de un tipo de cambio volátil se aprecian en las empresas y en la contaminación de precios, explica Juan Rich, director de análisis de Bx+.
“A nivel macro hay un impacto en los precios cuando hay una subida pronunciada. En el terreno de las empresas hay un impacto operativo por costos que se refleja en promedio de operación trimestral. Lo que vemos es que una subida en el tipo de cambio sólo ayuda a las empresas cuyos ingresos son mayoritariamente en dólares”, explica.
Sin embargo, un tipo de cambio elevado suele tener un mayor impacto debido a los costos financieros, pues si las empresas tienen deudas en dólares, estas aumentan su carga en pesos.
“Esta diferencia se identifica financieramente como una pérdida o utilidad cambiaria y se reflejan comúnmente en las utilidades de las empresas”, advierte.