Con una trayectoria de casi seis décadas, Jorge Ortiz de Pinedo se ha colocado como uno de los actores más queridos de México. Pese a que continúa trabajando, ha padecido diversos problemas de salud, incluso, tiene una enfermedad incurable que le podría ocasionar la muerte en cualquier momento, pese a todo “agradezco la salud que tengo, que no es buena” y busca seguir haciendo su vida lo más normal posible.
“Por haber fumado 47 años de mi vida tengo EPOC, la enfermedad pulmonar degenerativa crónica. Estoy condenado a morir un día asfixiado porque no voy a poder respirar, ese es una condena, en natural”, reveló Ortiz de Pinedo en entrevista con Matilde Obregón (YouTube).
“Todos los que fuman deberían de pensar y verse en estos espejos, que cuesta mucho trabajo, lo sé. Raúl Vale murió de esto, muchos amigos míos murieron de cáncer de pulmón y yo no hice caso, entonces me tocó”.
Además, el productor de televisión y teatro padece otra serie de complicaciones que agravan aún más su condición física. “Hace ocho años me dio cáncer, me detectaron un tumor en el pulmón izquierdo, en el lóbulo superior, y me quitaron completo el lóbulo y me quede nada más con cuatro lóbulos, uno aquí [pulmón izquierdo] y tres acá [pulmón derecho]. Ese susto que pasé me provocó diabetes, soy diabético también”, explicó.
“Hace dos años me detectaron otro tumor, en el lado derecho, y me quitaron el lóbulo medio; entonces, tengo tres lóbulos en lugar de cinco que tienen los demás seres humanos. A mí me cuesta mucho trabajo respirar”, continuó.
“En esta Ciudad de México, a 2 mil 250 metros sobre el nivel del mar, la vida es muy difícil para los que tenemos EPOC y peor para quienes no tenemos todos los pulmones completos”.
Pese a todo el creador de exitosos programas de comedia como Una familia de diez, Dr. Cándido Pérez y La escuelita VIP se ha convertido en un ejemplo de fortaleza que tiene admirado a los especialistas. “Los médicos se admiran un poco porque esta manera que tengo de hablar, de respirar, de aguantar el aire para poder hablar mucho, me ha hecho una caja toráxica fuerte que, a pesar de que me falta mucho espacio [me permite meter aire]”, mencionó.
Jorge Ortiz de Pinedo no se deja vencer por la enfermedad y continúa trabajando de manera habitual. “Hay mucha gente en la Ciudad de México que tenemos esta enfermedad y seguimos trabajando”, concluyó.