Miles Soloman es el estudiante británico que descubrió una equivocación en los datos de radiación captados por los sensores de la Estación Espacial Internacional.
“Descubrí que donde debería aparecer que no había energía, porque no había radiación, en realidad mostraba -1”, le dijo Soloman a la BBC.NASA
Miles Soloman tiene 17 años y es el mejor de su clase en la escuela Tapton School en Sheffield, Inglaterra. Parte de sus días como estudiante los pasa investigando casos del Proyecto TimPix del Instituto para la Investigación en las Escuelas (IRIS, por sus siglas en inglés), del cual es miembro.
Allí, alumnos de todas las regiones de Reino Unido se reúnen para trabajar con datos obtenidos de la Estación Espacial Internacional de la NASA (ISS, por sus siglas en inglés). Y esta vez, como en todas las otras sesiones de trabajo, recibió una hoja de cálculo con información de la ISS.
Luego de leer el reporte una y otra vez, de manera detallada, Soloman descubrió un error. La información que había recibido era sobre los niveles de radiación captados por sensores de la Estación Espacial, que cada cuatro segundos son registrados de manera intermitente.
Cuando el estudiante revisó cuáles eran los menores niveles de radiación, vio que en la lista estaba escrito un: – 1. Según le contó Soloman a la BBC, lo primero que pensó fue que no puede haber energía negativa. Por eso, se percató de la equivocación.
“Descubrí que donde debería aparecer que no había energía, porque no había radiación, en realidad mostraba -1”, le dijo a ese medio. Luego, creyó que lo más prudente era escribirle un correo a la ISS. “Le envié un email a la NASA. Aún ahora suena increíble decirlo”, dijo el joven durante una entrevista con el programa The World At One, de BBC Radio 4.
Aunque la NASA ya estaba al tanto de este error, creía que solamente se producía una o dos veces por año. Pero Soloman encontró que se genera varias veces al día. De acuerdo con Larry Pinsky, miembro de la NASA, el equipo de la ISS pensaba que ya había resuelto esta anomalía.
Por eso, reconoce el inmenso aporte que los estudiantes pueden hacer a la ciencia. “Esto demuestra uno de los valores del proyecto IRIS en el trabajo con grandes cantidades de datos. Estoy seguro de que hay cosas interesantes que los estudiantes pueden hallar, que los profesionales no tienen tiempo para buscar”, le contó a la BBC.