Chetumal, 13 de enero.- El caso del niño de 11 años que protagonizó una balacera en la ciudad de Torreón Coahuila encendió “luces de alarma” sobre lo que pasa en las escuelas del país; no obstante, la necesidad de apoyo de profesionales de la salud mental no es un problema nuevo en el sistema educativo México o de Quintana Roo.
Este tipo de eventos, ya usuales en Estados Unidos, también comienzan a darse en las escuelas de nuestro país. Hay que recordar que en 2017 se registró un hecho similar en Nuevo León, y en Quintana Roo constantemente se tiene información de casos de acoso escolar, mejor conocido como “bullying”.
Para la psicoterapeuta María Elena Marín, casos como el del Torreón o de Nuevo León son multifactoriales y se relacionan con el tipo de educación que los niños reciben en su casa, la falta de límites, la tolerancia de los padres hacia los hijos, la tecnología como educadora de las nuevas generaciones, hechos que “pasan factura” a las sociedades.
Descartó que este ataque derive de videojuegos, como algunos medios afirman de forma simplona, sino que es resultado de varios factores externos e internos del pequeño que lo llevaron a esta acción extrema.
Según la especialista, el 80 por ciento de los niños que tienen problemas de conducta escolar se relacionan con algún tipo de trastorno como el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), que tiene dos componentes biológico o ambiental. Son niños que generalmente tienen problemas para autorregularse.
Agrega que sin embargo no solo te trata de este trastorno, sino que los niños también pueden presentar problemas de estrés por separación, que se presenta solo en lo niños y que de no atenderse se puede convertir en un trastorno de ansiedad.
Explicó que muchas de las actitudes de los niños se relacionan con las etapas de desarrollo que atraviesan y que en caso de que éstos lleguen a presentar algún síntoma que sea detectado por los padres, maestros o familiares cercanos se pide la intervención psicológica, que es tan necesaria para las escuelas.
Finalmente dijo que desde hace varios años se ha hecho patente la necesidad de contar con especialistas de la salud mental en la escuelas públicas o privadas, toda vez que sería valioso su trabajo para la intervención con niños y adolescentes.