Exigen a México obligar fabricantes a ensamblar vehículos más seguros

MÉXICO, D.F.- El gobierno mexicano tendrá que robustecer las normas de seguridad vehicular, pues los autos más vendidos en el país, entre ellos el Tsuru y Aveo, están “reprobados” en esa materia, subraya el Programa de Evaluación de Autos Nuevos para América Latina y el Caribe (Latin Ncap).

Recomendó erigir una agencia nacional de seguridad vial que determine el técnico que inspeccionará si el vehículo cumple o no con las condiciones de seguridad.

“En México los autos más vendidos están reprobados en sus elementos de seguridad, mientras que en otras regiones del mundo, industria y Gobierno se han comprometido con vehículos seguros”, señaló el secretario general de Latin Ncap, Alejandro Furas.

Aunque actualmente la Secretaría de Economía trabaja en el primer proyecto de norma en seguridad vehicular, éste tiene “fallas de origen”, ya que permite al fabricante elegir entre estándares extremadamente laxos y muy exigentes, sin garantizar a los consumidores vehículos seguros.

“Se necesita ser más exigentes con el tipo de vehículos que están en circulación, sobre todo si las armadoras están capacitadas para ello”, argumentó.

Recordó que en los últimos 20 años la flota vehicular en el país se ha cuadruplicado, pues desde entonces a la fecha ha crecido a un ritmo de 6.6 por ciento anual, al pasar de 7.2 millones de autos, en 1995, a más de 25.8 millones en la actualidad.

Según informó, el sistema de seguridad que se discute en México no obliga a las armadoras a incorporar mejoras precisas, sino que da libertad de elegir entre las regulaciones brasileña, coreana, japonesa y la estadounidense o las regulaciones del Foro WP 29 de la ONU.

Ello anula que los autos para los mexicanos tengan la posibilidad de tener seguridad equiparable al que se ha logrado implementar en Estados Unidos y Europa, en donde han bajado drásticamente las fatalidades en accidentes automovilísticos, aseguró.

Furas advirtió que en este sentido el “lobby” de las marcas ejerce mucha presión para evitar una regulación en México de perfil internacional y amenazan con incrementos de costos en los vehículos de hasta dos mil dólares.

Información tomada del Sol de México

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