CANCÚN, 29 de noviembre.— María Luisa Loría Cano, considerada la madre de Cancún, por ser la encargada de preparar los alimentos de los primeros trabajadores que fundaron la ciudad, falleció este miércoles.
Originaria de Valladolid, Luisa fue una mujer valiente y visionaria que desempeñó un papel fundamental en los primeros días de Cancún.
Los pioneros recuerdan que el primero Grito de Independencia en Cancún se celebró usando un tanque de gas de su propiedad a manera de campana.
Luisa, conocida afectuosamente como “Luisa Canché”, al tomar el apellido de su esposo, fue la cocinera de aquellos hombres y mujeres que, hace medio siglo, abrieron brecha y prepararon el terreno para lo que hoy conocemos como Cancún. En una era en la que las mujeres estaban educadas para seguir a sus maridos a donde fuera, Luisa desafió las normas y se aventuró con su esposo e hijos hacia un proyecto que prometía un futuro próspero.
“La vida no es nada fácil, una madre tiene muchas responsabilidades”, compartió Luisa en una entrevista en 2018, cuando recibió un reconocimiento como una de las 100 personas más importantes para Cancún.
Con una hija de dos años de edad, llegó a Cancún cuando el destino apenas comenzaba a tomar forma.
Trabajó incansablemente en la cocina, preparando alimentos para los trabajadores sin importar rangos académicos. Su labor incluía no solo la atención a su familia sino también a cientos de personas que contribuyeron al desarrollo de Cancún.
En un relato histórico, Luisa compartió cómo su hogar en Cancún vio el nacimiento de dos de sus hijos, convirtiéndose en los primeros cancunenses de nacimiento, marcando así un hito en la historia del destino turístico.
Su dedicación y esfuerzo no solo la convirtieron en una madre ejemplar, sino también en parte integral de la construcción de Cancún.
A lo largo de los campamentos y las transformaciones del destino turístico, Luisa Canché destacó por su papel en la cocina, donde preparaba alimentos diariamente para 350 personas, incluida su familia.
Su cocina era más que un lugar para alimentar cuerpos; era un espacio donde las historias se mezclaban, las familias crecían y todos compartían un plato común, como una gran familia.
Luisa, una pionera y testigo de los primeros días de Cancún, deja un legado imborrable. Su contribución a la historia de este destino turístico seguirá siendo recordada como una parte esencial de la construcción de lo que hoy conocemos como Cancún.
Será velada en su domicilio del fraccionamiento Lombardo Toledano. Descanse en paz, Luisa Canché.