MORELIA, Mich.- El número de muertos en un enfrentamiento entre civiles armados y fuerzas de seguridad este viernes en los límites de los estados de Michoacán y Jalisco se elevó a 43, ubicando a este tiroteo como uno de los más sangrientos de la lucha antidrogas.
Las autoridades han contabilizado hasta el momento como víctimas mortales del choque registrado en el pueblo de Tanhuato a “42 presuntos delincuentes y un policía federal”, se limitó a decir a la AFP un funcionario del gobierno federal, que pidió permanecer en el anonimato. El Gabinete de Seguridad se trasladó al punto del enfrentamiento.
El balance previo de muertos proporcionado por la misma fuente era de 37 civiles armados y dos policías federales muertos. El gobernador de Michoacán, Salvador Jara, explicó que el enfrentamiento comenzó cuando fuerzas de seguridad detuvieron a un vehículo sospechoso, desde el cual comenzaron a disparar a los uniformados.
“Ese fue el inicio y después evolucionó. Según el informe preliminar fueron muchísimos los que estaban atacando posteriormente a las fuerzas federales y también mucho el armamento”, dijo Jara a la emisora Radio Fórmula, señalando que todavía no podía confirmar la cifra final de muertos por el choque.
Los civiles armados se internaron luego en una zona rural y se atrincheraron en un rancho cercano, donde se registró el mayor tiroteo, según Radio Fórmula. La tarde del viernes, el rancho llamado El Sol se encontraba fuertemente custodiado por medio millar de militares y policías federales. Uno de esos mandos policiales comentó a la AFP que la persecución y balacera concluyó dos kilómetros dentro del predio del rancho, cuyo propietario se desconoce.
El gobernador Jara señaló que “es muy probable” que los hombres armados pertenezcan al poderoso cártel Jalisco Nueva Generación, que en los últimos meses se ha convertido en el enemigo número uno del gobierno mexicano. El funcionario dijo que en las próximas horas darán un informe oficial sobre el enfrentamiento y señaló que altos mandos de las dependencias federales de seguridad están en la zona, situada a unos 465 km de Ciudad de México.
Se trata de uno de los enfrentamientos más cruentos desde que el expresidente Felipe Calderón lanzó a finales de 2006 un amplio operativo militar contra los cárteles de la droga, cuyo primer despliegue fue precisamente en Michoacán, una región que para su sucesor Enrique Peña Nieto, representa uno de sus principales desafíos en materia de seguridad. Otro episodio de violencia que dejó una gran cantidad de muertos y un enorme escándalo en México ocurrió en junio de 2014 en la comunidad de Tlatlaya (centro), donde militares se enfrentaron con un grupo de presuntos secuestradores.
El Ejército reportó a 22 presuntos secuestradores muertos y ninguna baja militar en el enfrentamiento, pero meses después un testigo aseguró que en realidad la gran mayoría de los fallecidos fueron ejecutados por soldados cuando el tiroteo había acabado y ya se habían rendido. La fiscalía ha acusado a tres militares de la muerte de al menos ocho de esas personas.