CHICHEN ITZÁ, 5 de diciembre.— En un acto cargado de tensiones, que se consideró una provocación, el empresario Fernando Barbachano Herrero ingresó de manera irregular a las instalaciones del hotel Mayaland, ubicado a un costado de la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Esto ocurrió pese a que el inmueble está bajo custodia del personal de seguridad de la empresa que tiene la posesión legal, debido a un litigio civil en curso sobre la propiedad, en el que Barbachano buscaría desconocer acuerdos previos.
El empresario aprovechó la presencia de numerosos medios de comunicación de Yucatán, Quintana Roo y la Ciudad de México, quienes fueron convocados previamente a una conferencia de prensa en su hotel Hacienda Chichén Itzá, para emitir acusaciones temerarias contra funcionarios públicos y empresarios involucrados en el caso.
Acusaciones y contradicciones
Durante la conferencia, Barbachano, acompañado por sus abogados Gerardo Ostos Rincón Gallardo y Manuel Rodríguez Villamil, lanzó señalamientos contra funcionarios de las fiscalías de Yucatán y Quintana Roo, el exgobernador Mauricio Vila Dosal y los empresarios que lo demandaron por incumplir un acuerdo de compraventa del hotel Mayaland.
Según la parte demandante, durante la pandemia Barbachano Herrero recibió importantes anticipos por la venta del hotel, pero decidió desconocer el acuerdo, lo que derivó en la denuncia civil en su contra.
Pese a esto, acusó una supuesta conspiración de funcionarios corruptos para despojarlo de su propiedad, señalando que la Fiscalía de Quintana Roo habría actuado fuera de su jurisdicción al ordenar el aseguramiento del hotel en Yucatán.
También mencionó que, luego de ganar un amparo, la Fiscalia de Quintana Roo “ordenó a la Fiscalía de Yucatán” restituirle la posesión del hotel y afirma que la instancia yucateca “está incumpliendo la instrucción”.
“¿Pero cómo es que la Fiscalía de Quintana Roo estaría actuando fuera de su jurisdicción?”, se le preguntó.
Ostos Rincón Gallardo dijo que el argumento es porque debido a que Barbachano radica en Quintana Roo, la denuncia en su contra se interpuso allí, a pesar de que el cuerpo del presunto delito se encuentra en Yucatán, lo cual resultó una explicación ilógica.
Entre sus declaraciones, afirmó también que la Guardia Nacional y el Ejército ayudaron a la parte demandante a tomar el control del inmueble por órdenes del entonces gobernador Vila Dosal.
Al ser cuestionado sobre la capacidad de un gobernador para dar instrucciones a fuerzas federales, respondió: “Claro, tiene el poder para eso y más”.
En algún momento, Barbachano sollozó al afirmar que la situación del litigio había afectado a su familia, particularmente a uno de sus hijos.
Ingreso irregular al hotel Mayaland
Tras la conferencia, Barbachano invitó a los reporteros a un recorrido por el hotel Mayaland, pese a que no cuenta con la posesión legal de la propiedad.
Caminó hacia las instalaciones y, haciendo caso omiso a las advertencias del personal de seguridad que resguarda el inmueble, ingresó rápidamente mientras afirmaba: “Déjenme pasar. A mí nadie me dirá qué hacer en mi propiedad”.
El ambiente se tornó tenso, con intercambios verbales entre el empresario y el personal de seguridad. Finalmente, algunos de sus acompañantes lograron convencerlo de retirarse, evitando que la situación escalara aún más.
Un litigio que sigue su curso
El caso del hotel Mayaland continúa siendo objeto de un proceso judicial complejo, donde Inmobiliaria R4, representada por Mario Antonio Matos López, sostiene que Barbachano incumplió un acuerdo de compraventa que ya había sido consumado.
Por su parte, el empresario ha intentado centrar el caso en una supuesta violación de derechos humanos y actos de corrupción, mientras el proceso avanza en los tribunales correspondientes.