Fidel Castro en Cancún (2 de 2)

Después de recibir a emisarios de alto nivel de Fidel Castro y luego de enviar a Cuba mensajes a través del embajador Martínez Corbalá y de su propio hijo José Ramón, López Portillo invitó a Fidel Castro a la isla de Cozumel para dialogar sobre el tema de la Norte-Sur.

El 7 de agosto López Portillo realizó una gira por Torreón y escribió: “de ahí volamos a Cozumel a recibir a Fidel Castro… La reunión fue un éxito de comprensión y fraternidad. Es un varón inteligente y delicado. Hablamos dos horas y media en la tarde… le e4xpliqué mi visita a Reagan, los esfuerzos hechos para lograr que asistiera a Cancún y para distender el área… Fui claro y franco, y viéndolo a los ojos le dije que era más importante la reunión de Cancún que la presencia de Cuba, y que si no iba Estados Unidos no habría reunión. Tuvo la nobleza de reconocerlo como objetivo valioso y, después de darme su interpretación  de los mismos tema, muy coincidentes, me liberó de mi compromiso moral de invitarlo a Cancún… Llegó tristón y apagado, supongo que por el desvelo, pues vino en lancha y no creo haya dormido. Pero en la noche ya estaba más animado y, al día siguiente, chisporroteante como siempre… Lo noté muy maduro y reflexivo. Se da clara cuenta del peligro que está viviendo Cuba; de la indiferencia soviética. Está armado hasta los dientes y resuelto a todo”.

López Portillo finalizó su apunte con esta reflexión sobre su reunión con Castro: “Era un acabado indispensable para Cancún. No dejar ese hilo suelto y a un sector de opinión inconforme. Tengo que cuidar estructura y detalle. Fue Castro caballeroso y discreto. Un varón”. Días después volvió a escribir sobre el tema: “El espíritu de Cancún será un importante precedente: es posible el diálogo, sin enfrentamientos, en ámbitos democráticos”.

Pero, ensimismado, agregó esta línea: “siempre quedó la cuestión, para la maledicencia nacional, sobre la utilidad de Cancún”.

Han pasado 35 años de la reunión Norte-Sur y el mundo ha cambiado mucho desde entonces, menos la brecha entre países pobres y países ricos que, al contrario, se ha ensanchado. Se desplomó la Unión Soviética, aumentó el poderío norteamericano, el mundo ya es unipolar,  y la mayoría de los protagonistas de la Reunión ya fallecieron, el monumento conmemorativo que se levantó en Cancún fue demolido, y Fidel  pasó a la leyenda.

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