Un hecho excepcional en la historia de Cancún fue la Reunión Norte-Sur, celebrada en esta ciudad en el transcurso de la última semana de octubre de 1981, hace 35 años, a iniciativa del presidente José López Portillo y a la que asistieron 22 países de dos mundos distintos y distantes, es decir, de los ricos y de los pobres, de los que no carecen de nada y de los que padecen de todo. Sin embargo, hubo un incidente que pudo dar al traste con la reunión pero que fue superado por el talento negociador de López Portillo.
Y es que cuando apenas se estaba esbozando la agenda la reunión, Estados Unidos fue tajante al pedir que Cuba no asista. El 4 de mayo de 1981, López Portillo anotó en sus memorias: “Castro molesto porque no se le invita a la Norte-Sur y a través de Carlos Rafael Rodríguez afirma, lo que es exagerado, que si a la reunión no viene Cuba y sí E.U.A., se tratará de un monólogo y no de un diálogo. Como si sólo Cuba tuviera que decir”.
Díez días después, escribió en sus apuntes: “Me busca el Embajador de Cuba. Parece me trae recado de Castro, empeñado en venir a la Norte-Sur”.
López Portillo ya tenía tomada su decisión. Acataría la condición norteamericana para la asistencia de Reagan, que era no invitar a Fidel Castro. Pero López Portillo no estaba quieto, negociaba, recibía y enviaba emisarios. El 26 de junio de 1981 escribió: “Vino Carlos Rafael Rodríguez, con airado mensaje de Castro, que se queja de que estamos inmolando a Cuba, con lo de Cancún… Pepe, mi hijo, regresó hoy de Cuba y sin duda me dará sus impresiones. En fin, es de los aspectos delicados del asunto…”
Y es que en el mundo bipolar de entonces la relación con Cuba constituía uno de los ejes de la política exterior de México y un tema sensible de la política interior. López Portillo lo sabía y actuaba en consecuencia. Era importante que no desbarrancara la reunión de Cancún y era esencial mantener buenas relaciones con el régimen de Fidel Castro. Y en este sentido, después de recibir a emisarios de alto nivel de Castro y luego de enviar a Cuba mensajes a través del embajador Martínez Corbalá y de su propio hijo José Ramón, López Portillo invitó a Fidel Castro a la isla de Cozumel para dialogar sobre el tema de la Norte-Sur. (Continuará)
Correo: [email protected]
Twitter: @JorgeG512