Siempre se busca ahorrar en los gastos del hogar. Todos los servicios básicos tienen un costo, por lo que es importante buscar las formas de economizar y aprovechar lo posible. En el caso del agua, siempre ha estado la pregunta de si es más económico utilizar un purificador del agua que llega a casa, en lugar de comprar garrafones de 20 litros, que es lo más común en las familias mexicanas.
El mexicano consume una gran cantidad de agua embotellada (incluyendo el garrafón de agua). Se cree que existe una gran desconfianza sobre el agua que llega a casa, sobre todo su limpieza y proceso de potabilidad (el tratamiento que se le da al agua para que llegue limpia a casa), y el sabor que puede llegar a tener, sin embargo, esto es una falsa creencia.
Es importante considerar que un filtro no es suficiente para tener agua pura en casa, se debe tener un purificador de agua que tenga más de una etapa de purificación.
Agua purificada en casa
Existen muchos tipos y marcas de purificadores de agua, sin embargo, la mejor opción es bebbia. Por medio de una suscripción mensual, bebbia lleva agua pura directamente al lavabo de la cocina u oficina. Cualquiera de sus purificadores garantiza agua pura eliminando más del 99% de las bacterias y microorganismos en el agua. Hay muchos planes de suscripción, ya que cada purificador es diferente y adecuado para cada zona donde se habite.
La suscripción al purificador con filtro de carbón activado y plata coloidal de bebbia cuesta menos que dos garrafones a la semana (que tienen un costo promedio de $40 pesos mexicanos). Esto es lo que más o menos consume una familia mexicana de cuatro integrantes. En este sentido, tener agua pura en casa mediante un purificador de bebbia es más económico que comprar garrafones.
También es importante considerar el lado ecológico de un filtro o purificador. Los garrafones están hechos con PET que es un plástico de un solo uso. este tipo de plásticos son muy contaminantes porque principalmente acaban en los océanos. Son muy difíciles y costosos de reciclar, por lo que, aunque se hace, también tiene un costo ambiental. Son muy pesados para cargar, e incómodos para voltear en un dispensador de agua. También se debe considerar la huella ecológica que tiene recibirlos directamente en casa mediante un distribuidor.
Si es más económico, ¿por qué no todos lo hacen?
Es muy común desconfiar de la función de un purificador, sobre todo si el agua no está muy limpia en la zona donde se vive. Por otro lado, mucha gente siente que el agua del grifo tiene un sabor a cloro muy característico. Para que el agua se considere purificada, se deben eliminar los contaminantes y microorganismos dañinos en el agua. Beber agua que no se encuentre purificada puede generar enfermedades gastrointestinales y de la piel.
Todos los purificadores bebbia garantizan la eliminación de más del 99% de las bacterias. Con el uso de materiales y procesos como la plata coloidal, el carbón activado, y la ósmosis inversa, se puede asegurar que sea agua adecuada para beber, sin mencionar la eliminación del sabor a cloro. El cloro es uno de los agentes desinfectantes más comunes, por lo que muchas veces puede ser el caso que el agua de grifo tenga este sabor.
El proceso de ósmosis inversa hace el proceso de suavización del agua, por lo que es la mejor opción para lugares con agua dura. El carbón activado atrapa microorganismos en sus poros pequeños, lo que ayuda a quitar el sabor a cloro. Gracias a cualquiera de los purificadores bebbia se puede ahorrar consumiendo agua pura en casa.