Por Édgar Pérez Briceño
El estado tuvo un fin de semana funesto, las notas rojas circularon con una rapidez inusitada que anunciaban notas tristes, de dolor, de incredulidad, de no puede ser cierto, de varias interrogantes que nunca tendrán explicación..
Primero una nota impactante la muerte violenta del popular “Cejas”, Francisco Chávez icono del Mercado 28, conocidísimo por su puesto de mariscos, por su bonhomía, por su chispa, por su carácter jovial como buen Alvaradeño con un lenguaje plagado de recuerdos a las madrecitas, distintivo de los lugareños..
Las versiones circulaban de su afición por las buenas damas, admirador de las descendientes de Afrodita y que supuestamente miró lascivamente a una fémina y el galán se ofendió. Otra versión que estaba departiendo con otro caballero, se inició una discusión el otro sacó un arma y disparó, privándolo de la vida, que discutían? Negocios? Cuotas impagables? Negarse a dar su aportación? No sabemos, lo cierto es que ante los balazos se desplomó inerte y es que el Cejas no era un hombre pequeño..
Cundió el desconcierto en el Restaurant Argentino, los comensales nerviosos se retiraban apresurados, el hecho violento se había consumado, se llevaba una vida más y mientras el prestigio del local quedaba en un predicamento… Al momento de escribir esta columna la Fiscalía da a conocer que debido a su eficacia, a su estrecha coordinación con las distintas dependencias y al Grupo de Coordinación para la Construcción de la Paz y Seguridad de Quintana Roo asi como al apoyo del oneroso C5, pudieron atrapar al asesino, a un tal Carlos, homónimo del que se acaba de ir, a quién ya se le acusa de este asesinato. Lo interesante sería que den a conocer los pormenores y no sea otro crimen cómplice del silencio….
Empezaba a despuntar la tarde del sábado, cuando se difunde como lluvia la noticia del fallecimiento de Luis Alegre. Mucha incredulidad, mucho morbo por saber que le sucedió?, de que murió?, era cierta la nota?. En cuestión de minutos las redes daban cuenta de esa infausto noticia y el motivo de la muerte fue por infarto agudo al miocardio. Era un tipo que en 3 años despuntó y se hizo popular. La relación de su padre con López Obrador le permitió convertirse en diputado plurinominal y le asignaron la Presidencia de la Comisión de Turismo, desde donde pretendía catapultarse a la Gubernatura. Hizo su lucha solo que no le alcanzó, armó sus redes de amigos, se dejaba ver por los municipios y AMLO lo nombró Enlace del Gobierno Federal para los trabajos del Tren Maya, cargo al que no le saco el jugo esperado y se fue alejando de los ojos benefactores.
Luis no pasó la aduana y fue sentado en el primer raund, lo descartaron para la grande. Vio una enorme puerta en el Consorcio Radiofónico de su padre, se apropió del programa Denuncia Ciudadana, desde donde mantenía presencia a nivel estatal y trataba en ocasiones de marcar agenda. Seguía trabajando en nuevos proyectos ciudadanos ya que encontró en la política otra manera de servir..
La Catrina le tenía preparado otro proyecto y por eso vino por el. Causando tristeza, dolor, en sus amistades y familiares. Ya era el motor de la radio, heredero de ese emporio, del cual ya no podrá tomar posesión. Muchas veces uno hace planes y el de arriba los cambia. Don Gastón está desbastado, deshecho, aún no podía creerlo y eso le ha causado una honda pena difícil de soportar.
Un suceso similar le pasó a Saúl Menen, cuando falleció su hijo en un accidente de aviación, dijo que es duro y difícil enterrar a un hijo ya que estamos acostumbrados a enterrar a nuestros padres de manera natural y nunca a nuestros hijos. Esto rompe la cadena. Luis se ha ido, se ha marchado y cumplió su ciclo, la vida no se detiene, continúa y hay que mirar hacia el horizonte…
Mejor seguiré caminando y cantando “ no vale nada la vida, la vida no vale nada, comienza siempre llorando y así llorando se acaba, por eso es que en este mundo la vida no vale nada”.