Kabul.— El presidente afgano, Ash- raf Ghani, y su rival Abdulá Abdulá firmaron ayer un acuerdo para compartir el poder, tras varios meses de una disputa que ha sumido al país en una crisis política y retrasado la apertura de inéditas negociaciones de paz con el Talibán.
El acuerdo prevé que el segundo dirija estas negociaciones.
Este convenio se produce en pleno recrudecimiento de la violencia en Afganistán, como el ataque el martes a un hospital de maternidad en Kabul que dejó 24 muertos, entre ellos varios recién nacidos.
El aumento de las agresiones ha ocurrido pese a la firma a fines de febrero de un pacto con Estados Unidos sobre la retirada de todas las fuerzas extranjeras de la nación en un plazo de 14 meses.
Según Fraidoon Khawzoon, portavoz de Abdulá, el acuerdo prevé que éste obtenga la mitad del gobierno, así como cargos de gobernadores provinciales. El objetivo es alcanzar lo que desea “el pueblo afgano; es decir, la paz”. La implementación del convenio será supervisada por personalidades nacionales.
Desde Washington, el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, aplaudió el pacto y “felicitó a los dos líderes por alcanzar un acuerdo de gobernanza inclusiva para Afganistán”.
El funcionario de la Unión Americana lamentó “el tiempo perdido” den el enfrentamiento, y alentó a ambos líderes a actuar de inmediato en apoyo a un pronto inicio de negociaciones interafganas.
Abdulá había anunciado el 1 de mayo un acuerdo provisional con Ghani, un execonomista del Banco Mundial, quien le ganó en la elección presidencial de septiembre pasado, pero los resultados definitivos sólo fueron anunciados en febrero, debido a que se interpusieron 16 mil 500 demandas por irregularidades.
En marzo, ambos se proclamaron presidente el mismo día y en el mismo lugar. Ghani fue reconocido por la comunidad internacional.
Washington presionó para resolver la crisis: anunció la reducción inmediata de mil millones de dólares y la misma cifra en 2021, si no se llegaba a un acuerdo. Esta suma es importante para Afganistán, un país muy pobre cuyo PIB es de apenas 20 mil millones de dólares.