Cancún.— Para muchos fue una sorpresa el que un grupo de empresarios de origen rumano acusara esta semana de un supuesto acoso de las autoridades policíacas de Quintana Roo, encabezadas por el secretario de Seguridad Pública, Alberto Capella Ibarra.
Sin embargo, la fuerza de los cargos se perdió luego de que trascendió en anteriormente los mismos personajes culparon a elementos de las Fiscalías estatal y federal de presuntamente ejecutar acciones similares en su contra.
Además, un hecho curioso del asunto es que, en Estados Unidos, estos mismos “inversionistas” han sido señalados por expertos en temas de ciberdelincuencia como los responsables de desarrollar y operar un sistema que alteró un buen número de cajeros automáticos en el Caribe para clonar tarjetas bancarias.