Las fuerzas francesas intensificarán sus operaciones en Siria. Francois Hollande se reunirá con los presidentes de Estados Unidos y Rusia en los próximos días para instarles a que compartan recursos.
El presidente francés, Francois Hollande, pidió el lunes a Estados Unidos y Rusia que unan fuerzas para destruir a Estado Islámico tras los ataques en París, al tiempo que anunció una serie de medidas para combatir el terror en Francia.
En un sombrío discurso ante las dos cámaras del Parlamento, después de coordinados atentados suicidas y tiroteos el viernes que dejaron 129 muertos, Hollande dijo que se aumentarán los fondos para seguridad nacional, se fortalecerán las leyes antiterroristas y se aumentarán los controles fronterizos.
“Francia está en guerra. Pero no estamos implicados en una guerra de civilizaciones porque estos asesinos no representan a ninguna. Estamos en guerra contra el terrorismo yihadista que amenaza a todo el mundo”, afirmó en una atestada cámara en el histórico Palacio de Versalles, cerca de París.
El Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad de los ataques y dijo que fueron en represalia por los bombardeos aéreos franceses en Irak y Siria durante el último año.
Hollande afirmó que las fuerzas francesas intensificarán sus operaciones y anunció que se reunirá con los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Rusia, Vladimir Putin, en los próximos días para instarles a que compartan recursos.
En declaraciones en Turquía al mismo tiempo que hablaba Hollande, Obama calificó los ataques del viernes como un “revés terrible y repugnante”, pero insistió en que la coalición liderada por Estados Unidos está logrando avances.
Gran parte de Francia acompañó al mediodía un minuto de silencio en recuerdo de los fallecidos. El Metro se detuvo, los peatones se pararon en la calle y los oficinistas hicieron pausa a sus labores en sus escritorios.
Los investigadores identificaron a un belga con residencia en Siria como el posible cerebro tras los ataques, que tuvieron como objetivo bares, restaurantes, una sala de conciertos y un estadio de fútbol. Bruselas había sido el trampolín.
“El acto de guerra del viernes fue decidido y planeado en Siria, preparado y organizado en Bélgica y perpetrado en nuestro territorio con la complicidad de ciudadanos franceses”, señaló Hollande.
Los fiscales identificaron a cinco de los siete atacantes muertos: cuatro franceses y un extranjero al que tomaron las huellas dactilares en Grecia el mes pasado. Su papel en la matanza alimentó las especulaciones de que EI se aprovechó de una reciente ola de refugiados que huye de Siria para introducir a militantes en Europa.
La policía cree que hay un atacante prófugo y que al menos cuatro personas ayudaron a organizar la masacre.
EI advirtió el lunes en un video que cualquier país que lo ataque sufrirá el mismo destino que París, prometiendo golpear de forma específica a Washington.
El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, dijo a los periodistas que la policía arrestó a cerca de dos decenas de personas e incautó armamento, entre ellas un lanzacohetes y armas automáticas, en 168 redadas realizadas durante la noche.
“Que quede claro para todos: esto es sólo el principio, estas acciones van a continuar”, dijo Cazeneuve.