Palco Quintanarroense
Fraude hotelero
Julio César Silva Cetina
Desde que Oasis, la cadena hotelera española propiedad de Pedro Pueyo, desembarcó en Cancún a mediados de los años 80 desdeñó a la Asociación de Hoteles, entonces una pequeña agrupación de un destino turístico naciente en el que las instituciones públicas y privadas luchaban por nacer.
Con el paso de los años, finalmente Oasis se afilió a la Asociación y su principal directivo en México, Antonio Abdó Srabillón, llegó a ser presidente del organismo entre 1991 y 1993, pero con la protección del propio Pueyo huyó del país perseguido por sus deudas de juego por las cuales, incluso, hipotecó las instalaciones de la Asociación de Hoteles.
Jesús Almaguer, actual director de la Oficina de Visitantes y Convenciones de Cancún, también presidió hace unos años a la agrupación como representante de Oasis, pero desde hace dos calendarios por alguna razón Pueyo está interesado en que otro de los suyos vuelva a presidir lo que ahora es la asociación de hoteles más fuerte de América Latina. Y es que desde esa posición puede presionar por permisos, como lo hizo en el trienio 2002-2005 para construir cuartos de más.
Solo que pretende hacerlo de la misma manera como, según sus representantes, asumió la presidencia interina Carlos Gosselin: violando los estatutos.
Hace dos años Pueyo intentó imponer al cónsul español, Javier Marañón, en la presidencia de la Asociación de Hoteles, pero fue descartado porque no cumplía con el requisito de pertenecer al consejo directivo saliente. Allí se dio la primera amenaza de abandonar a la agrupación.
Para garantizar que ahora sí lograra sus intenciones, Pueyo cometió un error que pone en evidencia a toda la hotelería, que confirma lo que es vox pópuli desde que se estableció el impuesto al hospedaje para financiar la promoción internacional del destino.
En la Asociación de Hoteles cada afiliado tiene la misma cantidad de votos que número de cuartos registrados. De última hora Oasis, que durante años registró muy pocos cuartos para pagar una cuota baja, dio de alta 2,000 habitaciones más para tener esa misma cantidad de votos, pero aún así ese consorcio ibérico no logró su objetivo y ahora sí abandonó a la agrupación.
¿Cuántos más como Oasis? ¿Cómo puede obtenerse el verdadero número de habitaciones cuando se falsea esa información para pagar menor cuota y, seguramente, enterar menos impuesto al hospedaje?
Platea
En 2012 la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) contrató a la Universidad del Caribe para hacer un estudio con el que se pudiera determinar con exactitud el número de cuartos de hotel que hay en Cancún, pero de bolas se hizo el engrudo, porque la fuente de información de la UNICA fue precisamente las administraciones de los hoteles.
La cifra terminó en polémica y mejor ya no se movió el tema.
Luneta
El concepto “centro de salud” suele hacer visualizar a una instalación de dos habitaciones en el que se da información básica sobre las enfermedades y se aplican vacunas, pero el que se inauguró el lunes pasado en Alfredo V. Bonfil bien puede considerarse una clínica.
“Estamos entregando un Centro de Salud moderno, eficiente y bien equipado, amplio y diseñado para responder a la demanda de esta población de más de 30 mil habitantes”, dijo el gobernador Roberto Borge ante la secretaria de Salud, Mercedes Juan López y el alcalde Paul Carrillo de Cáceres.
Y es que el mencionado centro de salud cuenta con servicios de medicina general, dental, laboratorio clínico, farmacia, vacunación, curación y área administrativa.