Donald Trump logró una nueva victoria electoral ayer en el caucus de Nevada, y lo hizo, en parte, gracias al voto de los hispanos.
Según una encuesta de CNN, 44 por ciento de los participantes latinos en la asamblea se decantaron por el magnate, muy por encima del 29 por ciento que manifestó su apoyo al senador por Florida Marco Rubio, de origen cubano.
Con el cien por ciento de los votos escrutados, Trump ganó con el 45.9 por ciento de la preferencia electoral.
Le siguen Rubio, con 23.9 por ciento, y el senador por Texas Ted Cruz, con 21.4 por ciento.
El buen resultado del empresario de bienes raíces entre los hispanos contrasta con las numerosas polémicas que ha desatado a lo largo de su campaña por sus continuas críticas hacia México y el hecho de que apoye la deportación de los cerca de 12 millones de indocumentados presentes en Estados Unidos.
Se trata de la tercera victoria consecutiva de Trump tras haber arrasado en New Hampshire y Carolina del Sur, y supone un nuevo impulso para el magnate a una semana del “Supermartes”, cuando 13 estados celebrarán primarias y un muy importante número de delegados serán repartidos.
“Hace un par de meses nadie esperaba que ganaríamos este (caucus)”, exclamó Trump a sus seguidores desde el casino Treasure Island.
“Y ahora estamos ganando, ganando, ganando el país”, añadió, arropado por los aplausos del público.
Al igual que en todas las primarias republicanas de este año, la asistencia fue muy elevada en el caucus de ayer, lo que provocó cierto caos en los centros de reunión y causó polémicas.
Varios asistentes reportaron en redes sociales falta de papeletas, desorganización, votos dobles e incluso que moderadores exhibían playeras en apoyo a Trump.
Esto último es completamente legal, aseguraron los organizadores.
Agencias