El gobierno de Andrés Manuel López Obrador sacó 14 mil millones de pesos del Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar (FPAPEM), un fondo creado durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, para la construcción de una Base Aérea Civil Militar y el Aeropuerto Internacional de Tulum “Felipe Carrillo Puerto”, en Quintana Roo.
“La dirección general de la Administración del Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar entregó un monto de 14 mil millones de pesos en el último trimestre de 2021 para la Construcción de una Base Aérea Militar y un aeropuerto internacional en Tulum”, revela información a la que tuvo acceso Forbes México.
Por instrucciones de la Presidencia de la República, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) está detrás de la construcción de una Base Aérea Civil Militar y el Aeropuerto Internacional de Tulum Felipe Carrillo Puerto.
El 22 de agosto de 2007, el Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar fue creado para administrar los recursos, que forma parte de su patrimonio, y pagar las erogaciones por las adquisiciones de bienes como equipo militar terrestre, aéreo y refacciones.
El fondo tiene la facultad de contratación de obra pública y de los servicios de mantenimiento necesarios para dichos bienes y obras destinadas a la realización de las operaciones de orden interior y seguridad nacional de carácter urgente de la Sedena.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada y la Secretaría de la Defensa Nacional son los encargados de la administración del dinero.
“La infraestructura militar actual resulta insuficiente para atender las acciones de vigilancia necesarias para brindar servicios de seguridad. Además, no existe infraestructura aeroportuaria en la Riviera Maya capaz de soportar y asistir eventos hidrometeorológicos graves, los cuales afectan directamente a la población”, dice la Sedena.
Según el plan de la dependencia encabezada por Luis Crescencio Sandoval González, la nueva terminal aérea espera recibir más de 7 millones 200 mil pasajeros en 2023, así como 9 millones 800 mil viajeros en 2043 y más de 12 millones 100 mil en 2053.
Las instalaciones aéreas, que estarán bajo el control de la empresa Aeropuerto Internacional de Tulum, Zamá, S.A. de C.V., potenciará la demanda turística para el corredor Playa del Carmen–Tulum–Chetumal, así como atender las funciones de vigilancia del espacio aéreo en la frontera sureste.
La empresa prestará los servicios aeroportuarios, complementarios y comerciales relacionados con los mismos, en términos de las concesiones, permisos, licencias y autorizaciones que obtenga del gobierno de AMLO, para llevar a cabo la construcción, operación y explotación del Aeropuerto Internacional de Tulum.
Agustín Radilla Suástigue es presidente y consejero propietario en Grupo Aeroportuario, Ferroviario y Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica, Tren Maya, así como Aeropuerto Internacional de Palenque, Señor Pakal y Aeropuerto Internacional de Tulum, Zamá.
El Aeropuerto Internacional de Tulum se constituirá como un nodo logístico oportuno y estratégico para prestar apoyo en caso de desastres naturales, así como agilizará los traslados y disminuir los costos de los mismos entre Tulum, Puerto Aventuras, Akumal, Xel-Ha, Cobá, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar, Mahahual y Chetumal.
El predio seleccionado para edificar la terminal aérea y la base militar se encuentra a 21 km de Tulum y está muy cercano al trazo del tramo 6 del Tren Maya, así como está a menos de 200 km de las principales ciudades de Quintana Roo.
La etapa de operación de la Base Aérea Civil Militar y el Aeropuerto Internacional de Tulum consiste en el despegue y aterrizaje de aeronaves civiles, utilizando las pistas principales, calles de rodaje y calles de acceso.
Cada uno de los movimientos de las aeronaves estarán asignados por el personal de la torre de control del aeropuerto, el descenso y ascenso de pasajeros, en plataforma y el edificio terminal y los servicios complementarios en plataforma, así como el retiro de residuos, servicios de alimentación y de suministro de combustibles, carga y descarga de equipaje, limpieza.
Los pasajeros tendrán servicios como documentación, aduana, migración, estacionamiento, además de una recepción, almacenamiento y distribución de turbosina, una planta de tratamiento de aguas residuales.
De acuerdo con la Sedena, la vida útil del proyecto de la Base Aérea Civil Militar y el Aeropuerto Internacional de Tulum se estima en 30 años aproximadamente, a partir del inicio de su operación comercial.
Sin embargo, “el aeropuerto puede ser modernizado, alargando la vida útil del mismo y en caso de que el aeropuerto civil sea desmantelado, la Secretaría de la Defensa Nacional podría evaluar utilizar el predio para ampliar las instalaciones militares”.
“En caso de que se determine el fin de la vida útil del proyecto, las actividades de abandono contemplarían las siguientes actividades: Desarmado de estructuras, demolición de edificios, limpieza y acondicionamiento del predio y restauración de suelos (en caso de requerirse)”.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) asesoró a la SEDENA en los estudios geológicos y geofísicos relacionados con la estabilidad del subsuelo para la construcción de la pista del aeropuerto y del impacto al agua subterránea.
Asimismo, se realizaron estudios hidrológicos, de drenaje y geohidrológicos para el abastecimiento de agua potable.
En febrero de 2022, la Secretaría de la Defensa Nacional solicitó 985 millones de pesos de inversión a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para la construcción del Aeropuerto Internacional de Tulum.
El Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar destinó 24 mil 522 millones de pesos para la continuación de la Construcción de un aeropuerto mixto civil/militar con capacidad internacional en la Base Aérea Militar No. 1 (Santa Lucía, Edo. Méx.), su interconexión con el A.I.C.M. y reubicación de instalaciones militares (adquisición de equipo y su instalación).
El fondo controlado por la Sedena aportó más de 3 mil 774 millones de pesos para la construcción y equipamiento de centros coordinadores de operaciones, en apoyo a las tareas de seguridad pública, así como la construcción de 76 Instalaciones para las unidades del Cuerpo de Policía Militar, en apoyo a las tareas de seguridad pública.
Entre los materiales adquiridos destaca la maquinaria para la fabricación de cartuchos, explosivos, vehículos blindados, herramientas, productos químicos, aceites, refacciones, balines, remaches, martillos, pinzas, rodillos, entre otros más.