POR JANYNA RIVERA
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Los tiempos se acercan para poner en marcha el discurso, ofrecimientos y promesas, poniendo de manifiesto que la ciudadanía no se equivocó al elegirlos y que son la mejor opción aun en tiempos de pandemia.
Este nuevo eje de la política en Quintana Roo debe saciar la necesidad de oportunidades de cientos de ciudadanos que esperan mucho de sus futuros gobernantes, ya que en lo inmediato querrán les resuelvan desde –ya- sus problemáticas y la atención sea de manera simultánea, por la crisis nunca había apretado tanto.
Al paso de los días veremos de que están hechos los contendientes, como será la estrategia de inclusión y convencimiento social para crear una supuesta democracia y se mostrará si la ciudadanía perdona, olvida o al margen castiga.
EN EL OJO DEL HURACAN.
Lo comentamos en este mismo espacio, el cinturón aprieta y cada vez se ajusta más para definir la candidatura y representación de Morena a la alcaldía de Benito Juárez.
En el marco de la supuesta unidad en realidad debajo de la mesa hay patadas, jalones de cabellos y muchísimos rasguños, uno de ellos fue la solicitud de licencia al Senado de Marybel Villegas Canché.
Si bien desde el año pasado anticipó que lo haría al llegar el tercer mes del 2021, en ese lapso todo pudo suceder y retractarse de lo dicho, dejándolo al aire. Sin embargo, lo cumplió y hoy solo se puede pensar que lo hecho es porque tiene la seguridad o se trata de su arrebatado capricho.
Lo cierto es que la senadora con licencia, le está dando dolor de cabeza a más de uno con tal determinación como lo ha venido haciendo desde hace unos días con fotos, anuncios, suposiciones, mensajes ocultos. Marybel Villegas da a morder la zanahoria y consigue que le den bocado.
LO QUE LAS COPETUDAS CUENTAN.
No será ley, al menos no por ahora la interrupción del embarazo. Después de jaloneos, berrinches y actos caprichosos, por mayoría de votos fue desechada la solicitud de despenalización del aborto.
Bien por aquellos que defendieron su postura ya sea a favor o en contra dando la cara con nombre y apellido, no así quienes se abstuvieron de emitir voto y se quedaron a la sombra de lo que sucediera.
Esperemos, la ley no vuelva a ser sometida a rebeldías y se respete a los diversos grupos que compaginen o no con un hecho y que nunca más en ninguna legislatura se permita, el recinto de la máxima representación popular vuelva a ser rehén de nadie, ni de los verdes ni los azules porque en la pluralidad y democracia cabemos todos, pero nunca bajo el sometimiento de la exigencia de derechos faltando a los de otros.
De la misma manera se libere con mucha dignidad el Congreso, porque liberar un espacio no significa perder la batalla y desistir en su lucha, solo ser coherentes.
Y es que hubo quienes siendo externos del Congreso pasaron las de Caín que sin deberla ni temerla tuvieron que mover por todos los medios para recuperar documentos como una credencial de elector olvidada en una oficina solo por haber tenido la ocurrencia de pedir un apoyo y que sin agresiones y pasividad aguantó hasta recuperarla. Como dijera la tía Jovita “lo cortés no quita lo valiente”.