Representantes de 48 agrupaciones y decenas de ciudadanos exigieron en una carta abierta al presidente Andrés Manuel López Obrador detener los trabajos del Tren Maya en el estado, en tanto no se tenga las Manifestaciones de Impacto Ambiental, y subrayaron que no son sus enemigos y tampoco pseudoambientalistas, como él dice
También piden instalar mesas reales de consulta, plurales e incluyentes, y las recomendaciones que salgan de ahí, tengan el peso suficiente para ser consideradas vinculantes de manera obligatoria para todos los actores.
Igual realice reconocimientos a pie en toda el área y no permita que asesores o colaboradores cercanos a le informen de forma parcial, y no apegada a la realidad.
Asimismo, piden crear un programa de restauración ecológica (no de reforestación ni de “Sembrando vidas”) a largo plazo para las áreas ya deforestadas, y recalcan que ningún presidente querría dejar un legado de destrucción de la biodiversidad, al acuífero y los ecosistemas.
En el comunicado se reitera que no “somos sus adversarios”, sino mexicanos comprometidos con el país, y tampoco “pseudoambientalistas”. Muchos llevan décadas de lucha por la protección del medio ambiente.
Tampoco entienden las cuentas del presidente cuando dice que en 1,500 kilómetros del tren sólo se impactarán 100 hectáreas, si sólo en los 120 kilómetros que se están impactando ya del tramo cinco se van a deforestar un mínimo de 720.
Cuando el presidente dice que plantarán árboles flor como guayacán, maculí y flamboyán, demuestra su ignorancia a la cultura maya. Después de desmontar áreas pequeñas para el cultivo de sus milpas, de una a tres hectáreas, y cuando ya la tierra no daba más, dejaban de cultivar esas zonas y sembraban árboles útiles como el chicozapote, la caoba o el propio guayacán.
“Los mayas nunca usarían una especie como el flamboyán, planta exótica invasora que carcome los ecosistemas mexicanos y que llegó a México hace menos de 300 años”, concluye el comunicado.