Los cárteles mexicanos afianzados en el tráfico de drogas y el empleo de profesores universitarios para la fabricación de drogas sintéticas son dos escenarios que el área de inteligencia de la Guardia Nacional (GN) ya había previsto desde 2020 durante la pandemia de Covid-19.
Así lo reveló uno de los cientos de documentos filtrados por un grupo de hackers y ambientalistas autonombrados “Guacamaya” que sacaron a la luz seis terabytes de información confidencial de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El reporte en cuestión se tituló Evaluación Situacional y Prospectiva Semanal y fue elaborado en los meses de mayo y junio de 2020, de acuerdo con una investigación de Ríodoce.
En uno de los informes que contiene el documento, con fecha del 15 de mayo de 2020, se señaló que los cierres fronterizos y la suspension de actividades económicas afectaron considerablemente a los cárteles mexicanos, pues dejaron de precursores químicos provenientes de China para la elaboración de drogas.
Entonces se concentraron en el desarrollo y producción caseros de este tipo de sustancias químicas para fabricar drogas como el fentanilo y la metanfetamina. Incluso se previó que el Cártel de Sinaloa iba contratar académicos expertos para la elaboración de estos precursores.
“Ante nuevos brotes de COVID-19 en China, y su impacto previsible en la dinámica exportadora de ese país, el Cártel de Sinaloa movilizará los recursos a su alcance para disminuir su dependencia en la importación de fentanilo y precursores químicos”, detalló una parte del documento citado por el medio sinaloense independiente.
Aumento de violencia tras Covid
“Para derivarse a una producción propia, deberá remontar el déficit de pureza que lo separa del producto procedente de China, y profesionalizar sus laboratorios mediante la integración de recién egresados o actualmente sin trabajo. De lograrlo, podrían afianzarse del mercado ilegal en Estados Unidos y desplazar al fentanilo procedente de China”, señaló.
En otro informe con la misma fecha se alertó que los cierres fronterizos probablemente afectarían el trasiego de drogas a los Estados Unidos, provocando un aumento en el consumo local con la reactivación de actividades en discotecas, bares y centros turísticos.
Otro documento de la Guardia Nacional reveló que actualmente el 76 por ciento de las pastillas de fentanilo que llegan a Estados Unidos provienen de Sinaloa. Precisamente a inicios de octubre se reportó el mayor decomiso de fentanilo en la historia de Nueva York y se señaló al Cártel de Sinaloa.
El mismo informe también antició que al terminarse la pandemia, los grupos delincuenciales iniciarían una feroz disputa por los territorios, lo que a su vez implicaría un aumento de violencia y múltiples delitos.
“Una reactivación comercial y económica del país acentuará la pugna entre organizaciones criminales para afianzarse en las zonas de distribución de droga al menudeo, por lo que es posible que se presenten al inicio de la reapertura de giros negros, bares y antros, hechos violentos al interior y exterior, como medida de presión a los dueños o alinear a narcomenudistas para aceptar la administración de un grupo criminal en particular”, señaló el reporte.
Incluso señalaron que el aumento de la violencia de los cárteles mexicanos aprovecharía la condición de las autoridades municipales, calificadas por la propia Guardia Nacional como “sobrepasadas”.
Este último año, precisamente, ha estado marcado por hechos violentos como bloqueos y actos terroristas en diversos estados de la república como Sonora, Guanajuato, Jalisco, Baja California y Ciudad Juárez.