La Tormenta Tropical “Lester” incrementa su velocidad de desplazamiento mientras se aproxima a las costas del estado de Guerrero.
De acuerdo con la última actualización de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a las 17:00 horas el fenómeno meteorológico se localizó aproximadamente a 175 kilómetros (km) al sur de Puerto Escondido, en Oaxaca, y a 400 km al sureste de Acapulco, en Guerrero.
Las bandas nubosas de Lester ocasionarán lluvias torrenciales (de 150 a 250 milímetros [mm]) en Guerrero y Oaxaca; intensas (de 75 a 150 mm) en Puebla, y fuertes (de 25 a 50 mm) en Morelos.
Asimismo, rachas de viento de 70 a 90 km/h, y oleaje de 2 a 4 metros de altura en las costas de Guerrero y Oaxaca.
Por lo anterior, la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) informó que dichos estados ya se encuentran en alerta amarilla; es decir, riesgo moderado.
Las precipitaciones provocadas por Lester podrían ocasionar deslaves, incremento en los niveles de ríos y arroyos, desbordamientos e inundaciones en zonas bajas de los estados mencionados, por lo que se exhorta a la población atender los avisos del SMN y seguir las indicciones de las autoridades estatales, municipales y de Protección Civil.
Por ejemplo, en Oaxaca se tienen presas de vertedor controlado, con almacenamientos menores a 70 por ciento del nivel de llenado, como son Cerro de Oro y Temazcal, en la Cuenca del Papaloapan, lo que indica que se cuenta con espacio para regular avenidas. Asimismo, mencionó se tienen presas de vertedor libre que están derramando, como Benito Juárez y Yosocuta, en el Istmo y Mixteca, respectivamente.
En tanto, la Coordinación Estatal de Protección Civil confirmó que Huatulco, Puerto Ángel y Puerto Escondido, entre otros puertos del estado, continúan cerrados a actividades comerciales y recreativas por disposición de las Capitanías de Puerto, respectivas.
Mientras que cuatro de las 8 presas principales de Guerrero registraban ayer almacenamientos de más de 100 por ciento de su nivel máximo ordinario.
La presa Vicente Guerrero, en Arcelia, registraba 102 por ciento; El Gallo, en Cutzamala de Pinzón, 103; Revolución Mexicana, en Ayutla de los Libres, 107, y La Calera, en Zirándaro, 136.
A pesar de lo anterior se pronostica que no se eleve a huracán. El último que azotó en la zona del Pacifico fue la semana con “Kay”, que dejó fuertes lluvias y viento que ocasionó destrozos en localidades de toda la costa, además de al menos siete muertos y desaparecidos. Tocó tierras mexicanas el pasado jueves cerca de la Bahía de la Asunción, en Baja California Sur, pero el viernes descendió de categoría y se convirtió en tormenta tropical.
Cabe mencionar que a principios de año, las autoridades pronosticaron la formación de hasta 40 fenómenos meteorológicos en lo que resta del 2022, tanto en el Atlántico como en el Pacífico, de los cuales cinco podrían impactar como huracán en territorio mexicano.
Germán Martínez Santoyo, director general de la Conagua, remarcó que si bien las lluvias y ciclones pueden generar afectaciones, también hacen posible la vida porque nos permiten captar agua para minimizar los efectos de la sequía, así como para el consumo humano y las actividades agrícolas e industriales.
“Es en la temporada de lluvias, cuando las zonas áridas o semiáridas tienen la oportunidad de recargar el nivel de sus presas y de sus acuíferos, así como de favorecer el desarrollo de los cultivos de temporal”, explicó.