Los desmanes y abusos sexuales de Harvey Weinstein son bien conocidos por todos, pero pocos se imaginan el serio problema ético y moral que padece el otrora productor de The Weinstein Company.
Según información que ha trascendido del juicio a Weinstein, durante un tiempo un medio de comunicación llamado Enquirer se planteó publicar una información relacionada con Jennifer Aniston.
Unas fuentes sin confirmar dijeron que la actriz de Friends había sufrido abusos por parte de Weinstein. Estos abusos, que nunca llegaron a ser agresión propiamente dicha, sí que incluyeron toqueteos impropios y miradas lascivas incómodas.
Todo esto, según la fuente, ocurrió en 2005, durante la producción de la película Sin control, que Aniston coprotagonizó junto al actor Clive Owen.
Al conocer estos datos, la representante de Weinstein le envió inmediatamente al productor la noticia, que aún no había sido publicada. Su respuesta fue fría, escalofriante: “Alguien debería matar a Jennifer Aniston“.
No sabemos si lo decía en serio o tan solo fue fruto del estrés y la falta de escrúpulos. En cualquier caso, el representante de Aniston, Stephen Huvane, explicó al diario The New York Times que Weinstein nunca había tratado de abusar de Aniston y que todos los datos que iba a publicar Enquirer –y que nunca llegaron a salir a la luz– eran completamente falsos.
“Nunca la ha tocado. Nunca ha estado a solas con él. No tengo ni idea de ese correo, porque nadie nos lo envió, y tampoco tenemos que hacer ningún comentario al respecto”, zanjó Huvane.
Este correo y otros mails personales se enmarcan en la pieza del caso que investiga el escándalo de abusos de Harvey Weinstein, el mismo que dio alas al movimiento reivindicativo MeToo.
Entre ese intercambio de correos se encuentran las disputas familiares que Harvey tenía con su hermano Bob, también productor. Fue precisamente él quien le soltó unas durísimas palabras tras conocer algunos de sus actos: “Te mereces un premio a toda una vida por el salvajismo y la inmoralidad de los actos que has perpetrado”
También se encontraron mensajes desesperados enviados a personalidades como Mike Bloomberg, excandidato presidencial demócrata y exalcalde de Nueva York, o Jeff Bezos, CEO de Amazon, a quienes solicitó que intercedieran para que no fuese despedido la empresa que él mismo fundó.