La fiscal general Loretta Lynch reveló una lista de 47 acusaciones presentadas ante el tribunal de Brooklyn en Nueva York, encabezadas por “organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero”, que los acusados realizaron a través de “lucrativos derechos de comercialización en los medios y marketing en los torneos internacionales”.
La descripción de la fiscalía apunta a “corrupción rampante, sistemática y profundamente enraizada (que) se ha extendido en las dos últimas generaciones de federativos que abusaron de sus puestos de confianza para conseguir millones de dólares en comisiones y sobornos”.
La fiscal, apunta como víctimas a las competencias y torneos de países en vías de desarrollo “que se deberían haber beneficiado de los ingresos generados con la comercialización de los citados derechos”.
Las acusaciones están divididas en tres categorías: los funcionarios de FIFA, representantes de medios de comunicación y ejecutivos de empresas de marketing, y los empresarios, banqueros u otros intermediarios que realizaron pagos ilícitos, según detalla el diario La Nación de Buenos Aires.
En la segunda categoría, entre los representantes empresariales con derechos de televisión, aparecen tres argentinos, según el expediente judicial. Alejandro Burzaco, presidente de Torneos y Competencias, y los empresarios Hugo y Mariano Jinkis, directores de “Full Play”, una empresa “de marketing deportivo con sede en Argentina”, explica el matutino bonaerense.
El periodista Eduardo Ahmar Dakno, del mismo periódico realizó oportunamente un informe en base a los datos del sitio alemán Transfermarket, sobre aspectos de Brasil 2014. Concretamente recuerda que “la FIFA dispuso por 32 días de 786 futbolistas valuados en 8520 millones de dólares. A cambio, en total, sólo pagó 70 millones, el 0,82 del capital utilizado, como compensación a los clubes que cedieron los jugadores. Deducidas esa y las demás inversiones, su ganancia neta por el último Mundial fue de 2602 millones de dólares, acumulados durante el ciclo 2011/14”. AGENCIAS