Impresiones de las primeras horas de Horizon Zero Dawn, la nueva exclusiva de PlayStation que nos sumerge en un inmenso mundo abierto post-apocalíptico.
Durante su conferencia de E3 2015, PlayStation emocionó a sus fans al revelar juegos que tenían años de espera, como The Last Guardian, y Shenmue 3. Sin embargo, levantaron las expectativas de propios y extraños al revelar un juego totalmente nuevo que nadie sabía cómo recibir. Aquel juego fue Horizon Zero Dawn, el nuevo proyecto Guerrilla Games, el estudio first-party de PlayStation basado en Ámsterdam, los creadores la serie Killzone.
Esta nueva exclusiva para el PS4 es un extravagante RPG de acción de mundo abierto ubicado en un futuro post-apocalíptico, en el que los humanos regresaron a la organización tribal, y peligrosas bestias robots semejantes a dinosaurios vigilan la tierra.
Esta nueva propiedad intelectual llega en un momento crucial para PlayStation, considerando que Uncharted acaba de llegar a su culminación (al menos en la forma en que lo conocemos), y el ecosistema de Sony requiere de nuevos mundos que puedan producir más lanzamientos en los años por venir. De ahí viene la gran relevancia de Horizon Zero Dawn, ya que su fracaso podría representar numerosas pérdidas para la compañía, mientras que su éxito aguarda el potencial de convertirse -con los años- en una franquicia tan querida como Zelda lo es para Nintendo.
Después del Apocalipsis
El equipo de Guerrilla Games se refiere a Horizon Zero Dawn como un juego “post-post-apocalíptico”, ya que su historia se desarrolla varios cientos de años después de una gran catástrofe que sucedería en el siglo XXI. El responsable de la historia es John Gonzalez, quien se ha encargado de la narrativa de juegos como Fallout: New Vegas (Bethesda Softworks, 2010) y el aclamado The Witcher 3: Wild Hunt (CD Projekt RED, 2015).
En el juego tomas el lugar de Aloy, una joven cazadora que desde su nacimiento fue expulsada de la tribu Nora, una cerrada comunidad liderada por un matriarcado que impone reglas estrictas y la adoración a la diosa madre de la naturaleza. Aloy fue criada por Rost, que es un paria al que nadie de la tribu tiene permitido hablar, y la entrena para convertirse en una cazadora digna de ganar su regreso a la tribu.
Durante los primeros momentos del juego controlas a Aloy como una niña de seis años, hasta convertirse en una feroz y determinada cazadora de bestias mecánicas. La historia nos da un acercamiento bastante personal al rechazo y aislamiento que sufre la protagonista, que sirven como el motor de la historia.
El viaje de Aloy es en sí lo suficientemente interesante para mantener al espectador cautivo, desde la relación con su padre adoptivo, su rito de iniciación y la relación con los miembros de su tribu. Sin embargo, lo más interesante es el descubrir qué pasó con la civilización, y el secreto de las misteriosas máquinas que rondan la tierra de forma autónoma.
Un mundo lleno de vida
Al haber pasado tanto tiempo desde la caída de la civilización moderna, la naturaleza ha recuperado sus territorios. Horizon Zero Dawn lleva al jugador a explorar diferentes ecosistemas interconectados, que forman un gigantesco mapa por el cual es posible moverse sin tiempos de carga, experimentando los ciclos del día.
Al ser un RPG de mundo abierto, el jugador debe estar preparado para más de 30 horas de juego en un impresionante y vasto mundo lleno de belleza y peligros. Además de montañas bosques, ríos, valles y montañas nevadas, es posible explorar los diferentes asentamientos humanos, así como las ruinas de la civilización antes de la caída; mientras que el desarrollo de la historia de Aloy se da mediante secuencias cinemáticas y diálogos dinámicos, al explorar laboratorios e instalaciones tecnológicas antiguas, recogeremos grabaciones de audio y hologramas que unen las piezas de la historia.
Uno de los grandes logros de Horizon es que desde su núcleo requiere ser un juego de mundo abierto, y no se siente como un gran mapa en el que los desarrolladores asignan una lista de puntos a visitar y tareas rutinarias para gastar las horas de juego del usuario.
Aloy cuenta con un dispositivo wearable llamado Focus; que es básicamente una pequeña computadora de realidad aumentada que dota al jugador de información sobre sus alrededores. Permite escanear lugares, objetos, seres vivos y bestias mecánicas, agregando al juego profundidad de exploración, estrategia y navegación.
El mapa es bastante grande, pero de fácil navegación, con áreas, puntos de interés y objetivos bien definidos. A través del juego Aloy se encontrará con fogatas, que sirven como puntos de guardado, y que permiten moverse de forma rápida entre ellos. A partir de cierto punto es posible domar bestias mecánicas que sirven de transporte cuando las distancias son demasiado largas.
Debajo de todo
Como se espera de los juegos de mundo abierto, además de la historia principal, a lo largo del camino te vas encontrando con side quests diversos, que no sólo ayudan a que uno se adentre al mundo de Horizon y sus personajes, sino que son interesantes y divertidos. Éstos no se sienten como misiones aburridas, ya que cuentan con un sincero sentido de urgencia y relevancia.
Al ser un RPG, conforme se gana experiencia, el personaje va subiendo de nivel y desbloqueando el árbol de habilidades, armas y aditamentos. El equipo de Guerrilla Games logró deshacerse de las partes más engorrosas del género, como el hacer tareas repetitivas para ganar experiencia y recolectar elementos necesarios.
Mientras Aloy se lanza a la aventura, se encontrará con materiales y plantas que servirán para fabricar ítems, mejorar armas, curarse y comerciar. Además, se puede cazar una amplia variedad de animales para obtener carne de ellos. Cuando se destruye una bestia mecánica, de sus restos se obtienen piezas y materiales esenciales para el juego. El sistema de recolección se siente orgánico y entretenido, en lugar de ser una obligación aburrida.
El sistema de economía está cuidadosamente balanceado, y se extiende por cada uno de sus aspectos, afectándolos directa e indirectamente; sin embargo, es lo suficientemente sutil como para que un jugador no que sólo quiere divertirse y progresar en la historia no tenga que pensar en él.
El crafting del juego es relativamente sencillo y claro, pero brinda amplias posibilidades que se adaptan al estilo de juego de cada jugador. A través de la recolección de materiales y el comercio, Aloy cuenta con los elementos necesarios para sobrevivir.
Por su lado, el árbol de habilidades es bastante profundo, abriendo un amplio rango de habilidades que cada vez hacen del juego algo más emocionante, y apegado al estilo de cada jugador. Los numerosos movimientos y tácticas que el jugador adquiere hacen los enfrentamientos cada vez más emocionantes y variados; todo esto mientras que la curva de aprendizaje y la asimilación de habilidades se siente natural. Los controles pueden volverse extremadamente complejos y precisos en cuanto a sus posibilidades, sin llegar a estorbar en los momentos de acción más emocionantes.
La vida del cazador
Ante todo, Aloy es una cazadora, y el combate -junto con la exploración- es el corazón de Horizon Zero Dawn. Las posibilidades de ataque de Aloy son bastante creativas y obligan al jugador a replantar sus estrategias en cuanto va adquiriendo más habilidades y armas. Conforme sube el nivel de dificultad del juego, las repeticiones por ensayo y error, en vez de causar frustración, llenan al jugador de emoción.
Las bestias mecánicas son variadas. Algunas se asemejan a voraces felinos, otras a grandes dinosaurios y algunas otras a aves. Cada una tiene distintas fortalezas y debilidades, que se descubren mediante el escaneo con el Focus y del combate; su uso es además esencial para cualquier estrategia, ya que, al escanear un enemigo, permite rastrear la posición de enemigos en tiempo real, así como ver sus patrones de movimiento.
En ocasiones se requiere de estrategias sigilosas, mientas en otros momentos se puede atacar a distancias, poner trampas o atacar de frente. Aloy es originalmente una arquera, pero también es muy hábil en el combate corto melee. Al principio las bestias pueden ser demasiado intimidantes, pero conforme uno descubre las posibilidades de Aloy, dejas de ser la presa para convertirte en el cazador. El control de las armas más sofisticadas requiere de cierta atención y práctica. A momentos puede incluso sentirse algo complicado, pero no es algo imposible de dominar.
Cuando te enfrentas a una bestia, se siente más como un animal que como un robot. Éstas se comportan de modo distinto, cuando las enfrentas en solitario, que cuando están en jaurías; incluso interactúan entre sí. Aunque son bastante poderosas, y resistentes, el juego se beneficiaría al agudizar su inteligencia artificial.
El espectáculo natural
Una de las grandes preocupaciones con cada nuevo juego -y sobre todo de las nuevas propiedades intelectuales- es que la entrega final se vea igual que los tráilers. Horizon Zero Dawn no sufre de disminuciones gráficas: es consistentemente bello y sorprendente en cada detalle visual.
El juego corre en Decima, el motor gráfico creado por Guerrilla Games que ha sido usado en algunos de los juegos que mejor se ven en el Playstation 4, como Killzone Shadow Fall, y Until Dawn, y que incluso está siendo usado en Death Stranding, el nuevo juego de Hideo Kojima.
A pesar de que el mundo es inmenso, está lleno de vida y detalles. El follaje, el pasto, los árboles, el agua, la niebla y, sobre todo, los efectos de luz y las partículas se ven fantásticos. Los atardeceres desde un risco o montaña, son simplemente espectaculares, y a lo largo del juego los paisajes no dejan de sorprender y causar admiración. Las animaciones de los personajes y objetos están extremadamente detalladas. El recorrer el mundo en los pies de Aloy se siente natural gracias al realismo de la física del juego.
Indudablemente Horizon Zero Dawn empuja los límites de la producción AAA más allá de cualquier estándar visto en un juego de mundo abierto en consola. Si a esto agregamos que todo el mapa se puede recorrer sin tiempos de cargar, ni problemas de framerate (que es de consistentes 30 cuadros por segundo con una resolución de 1080p), es imposible no sorprenderse de que corra en un PlayStation 4. Sin embargo, el juego tiene compatibilidad nativa con para correr a resolución 4K y con salida HDR en el PlayStation Pro.
El comienzo de algo grande
A pesar de no estar especializados en juegos de mundo abierto, el equipo de Guerrilla Games estudió con gran dedicación lo que hace funcionar al género y lo que no. Toman los mejores elementos de juegos como The Witcher, Red Dead Redeption, o Far Cry, llevándolos a otro nivel y devolviendo la fe en los títulos de mundo abierto, no sólo en su aspecto técnico, sino principalmente en la narrativa.
Es apabullante el nivel de planeación y trabajo que denota un proyecto de este tamaño, ya que cada una de sus partes está bien firme en la estructura: el arco narrativo, el diseño del mundo, la economía del juego, el sistema de quests, el árbol de habilidades, el sistema de crafting, el nivel de tu personaje, etc.
Horizon Zero Dawn es prueba de que los juegos de mundo abierto AAA monumentales no están obligados a convertirse en sistemas cuyas piezas sólo pueden encajar a la fuerza, resultando en juegos disparatados que no tienen mayor valor que su propia escala.
Para fortuna de PlayStation, Guerrilla Games ha entregado un excelente comienzo para una brillante franquicia que con seguridad brindará grandes títulos en los años por venir.