Inflación y endurecimiento de políticas monetarias ante el impacto económico de la invasión de Rusia sobre Ucrania serán el común denominador para el próximo años; Estados Unidos apenas crecerá medio punto, no pronostican recesión.
El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México sufrirá una desaceleración en el 2023, debido a su alta exposición al ciclo económico mundial y a una menor demanda de las economías avanzadas, particularmente de Estados Unidos, estimó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Según sus estimaciones, México conseguirá un crecimiento de 1.5% en el PIB del año próximo, tasa inferior en seis décimas al pronóstico de 2.1% previsto por ellos mismos en junio.
Asimismo, esta estimación es inferior a 3% que utilizó el gobierno como base para calcular los ingresos presupuestales del año próximo.
En el Interim Economic Outlook, los expertos de la OCDE ajustaron al alza su pronóstico para el PIB mexicano de este año, para dejarlo en 2.1% desde 1.9% que tenían proyectado hace tres meses. De manera que la proyección actualizada para el 2023, supone una desaceleración
Previeron que la moderación en la actividad económica también será resultado del endurecimiento de la política monetaria, lo que en conjunto permitirá moderar la escalada de la inflación de una forma gradual.
No obstante, estiman que el próximo año la inflación de México registrará una variación de 4.9% anual, que supera en cinco décimas la expectativa que divulgaron en junio.
Este pronóstico de la OCDE se encuentra arriba de la media de expectativas de instituciones financieras recabadas por la encuesta Citibanamex del 20 de septiembre, que anticipa inflación en niveles de 4.70 por ciento.
Para este año, los expertos de la organización estiman que la inflación registrará una variación de 7.9%, perspectiva que contrasta con 8.37% que tiene el consenso de instituciones financieras encuestadas por Citibanamex.
Inflación y respuesta monetaria
Este endurecimiento de la política monetaria, combinado con una disminución de los precios de energía, puede reducir sustancialmente la inflación general en el 2023, anticiparon.
De hecho prevén que la inflación de Brasil cerrará el año en 10.8%, una variación que incorpora un incremento de 1.1 puntos porcentuales desde 9.8% proyectado en junio.
Al corte de agosto la inflación de Brasil se encuentra en 8.8% anual, con lo que moderó la escalada ya que en julio estaba en 10.7% anual.
Mientras que la tasa de interés Brasil se encuentra en 13.75%, tras 12 incrementos consecutivos que iniciaron en marzo del 2021, cuando el rédito estaba en 2 por ciento. De hecho fue el primero de los bancos centrales emergentes que subieron la tasa.
En tanto el Banco de México incrementó la tasa a 8.50% en agosto, en lo que fue el décimo aumento consecutivo desde 4% que estaba en abril del 2021.
Estados Unidos, el impacto
La moderación de la actividad económica de México resultará de una profunda desaceleración de Estados Unidos, para el que proyectan un avance de medio punto del PIB en el 2023, tasa que es inferior a 1.2% que estimaron hace tres meses.
Aunque no hablan en ningún momento de un riesgo de recesión para EU, sí toman las curvas de rendimiento de los activos que se han invertido para decir que es una señal que suelen asociar los mercados con una recesión económica.
De acuerdo con los economistas del organismo, los pronósticos de crecimiento para los países son a la baja ante la incertidumbre que genera la invasión de Rusia sobre Ucrania y el efecto del endurecimiento de las condiciones monetarias en la actividad económica.
El pronóstico de la OCDE es la primera actualización de los organismos internacionales para este último trimestre del año. En la segunda semana de octubre se espera el Panorama Económico Mundial (WEO) del Fondo Monetario Internacional (FMI) donde ajustan las expectativas económicas. Todavía en abril, los economistas del FMI esperaban un crecimiento de 1.2% para México en el 2023 y de 2% para este año.