Ciudad de México 29 Julio.- Una ventana de oportunidades, para mejorar el entorno y propiciar beneficios económicos, pero sobre todo, caminar hacia la viabilidad del sector hotelero y de las generaciones futuras surge mediante diferentes sinergias entre los sectores medioambiental, turístico y energético, y el uso de las diversas herramientas para lograr su eficiencia energética, señaló Julio Trujillo Segura.
Al inaugurar el foro virtual Experiencias, Modelos y Alternativas de Eficiencia Energética en establecimientos de hospedaje, el subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, precisó que la edificación representa casi el 18 por ciento del consumo total energético en México.
Al respecto, añadió que el sector residencial es el de mayor consumo y, en segundo lugar, el sector comercial en el que está el sector turismo.
Confió en que con las distintas herramientas para la regulación y certificación en el diseño energético del sector hotelero, será posible lograr soluciones integrales que traerán beneficios para todos, pero, sobre todo, habrá avances hacia la viabilidad del sector y de las generaciones futuras.
También expresó su agradecimiento al Programa de Eficiencia Energética y Edificios (PEEB) y al Programa Financiamiento de Infraestructura Baja en Carbono en las Ciudades (Felicity), que han sido aliadas con el medio ambiente.
Tras ser presentada la propuesta de actualización de la norma NMX-AA-171-SCFI-2014, la Secretaría pidió la participación del sector privado en su análisis y propuestas, a fin de impulsar su aplicación obligatoria ya que se trata de una norma voluntaria.
Según el director general de Fomento Ambiental, Urbano y Turístico del Medio Ambiente, Sergio Israel Mendoza, a finales de 2019 inició un trabajo para actualizar las especificaciones del apartado de energía de la norma NMX-AA-171-SCFI-2014, para asegurar su aplicación factible.
Ello, además de estimar el mercado y determinar el nivel de impacto hacia la Contribución Nacional Determinada del país.
Al final, fueron planteados tres escenarios para alcanzar metas de reducción de emisiones de 15, 30 y 40 por ciento y ahorro de energía en tres niveles denominados bronce, plata y oro.
Como ejemplo, expuso el resultado esperado para un mercado objetivo de playa, en una meta de cuatro años (de 2021 a 2024), en el que, si todos lograran el “nivel oro”, alcanzarían un ahorro de energía de hasta 30 por ciento.
Eso sería equivalente a 52 mil kWh/año, así como una reducción de emisiones de CO2 (Dióxido de Carbono) de hasta 24.8 mil toneladas anuales, lo que equivaldría a ahorros de hasta 82.9 millones de pesos al año.
Lo anterior generaría beneficios ambientales, gracias al uso eficiente de la energía, la reducción de emisiones y el cumplimento por arriba de las normas; así como para la salud, al mejorar la calidad de aire al interior de los establecimientos, y el confort térmico de huéspedes.
Asimismo, redundaría en mejoras sociales, al mejorar la experiencia de los huéspedes, lo que aumenta su lealtad, genera un apoyo a la economía local y fomenta el reconocimiento social de los empleados como una empresa responsable.