San Francisco.— Decenas de incendios forestales seguían causando ayer estragos en la costa oeste de Estados Unidos, donde al menos 16 personas murieron esta semana y más de medio millón fueron llamadas a abandonar sus hogares, mientras hay docenas de desaparecidos en Oregon.
El alcalde de Portland, Ted Wheeler, declaró el estado de emergencia en la ciudad y ordenó cerrar todos los parques y áreas recreativas municipales, puesto que, aunque las llamas se encuentran aún muy lejos del centro de la urbe, avanzan a gran velocidad hacia los suburbios y el humo es muy intenso.
Además, a las afueras de Port- land, la mayor parte de los cientos de miles de evacuados se encuentran en el sur del estado, donde otros dos incendios forzaron a desalojar la totalidad de la población de Medford (85 mil habitantes) y todos los municipios colindantes. “Jamás hemos visto esta cantidad de fuego en nuestro estado”, indicó en conferencia de prensa la gobernadora de Oregon, Kate Brown.
“Hay informes tempranos de nuestra policía estatal que [indican que hay] docenas de personas desaparecidas relacionadas con los incendios, específicamente en los condados de Jackson, Lane y Marion”, dijo.
Adelantó que en las próximas horas habrá que lamentar muy probablemente un aumento en el número de fallecidos y de las hectáreas quemadas. Ante esto, las autoridades de Oregon afirmaron que se preparan para un “incidente de muerte masiva”.
Una sequía crónica y fuertes vientos alimentan los fuegos esparcidos desde el estado de Wa- shington, fronterizo con Canadá, hasta la ciudad californiana de San Diego, pero aún es imposible evaluar el verdadero alcance de la destrucción, que se produce en medio de la pandemia del coronavirus que golpea al país y que ya marcó récords.
En el noroeste de California, el incendio August Complex Fire se convirtió oficialmente en el más grande de la historia en este estado, con más de 302 mil hectáreas quemadas.