CIUDAD DE MÉXICO, 14 de agosto.- Mario Marín, exgobernador de Puebla, fue liberado este miércoles de la prisión de alta seguridad del Altiplano, en medio de un operativo discreto de la Guardia Nacional.
Tras tres años y medio de reclusión, una jueza de Quintana Roo le concedió un amparo que permitió cambiar su medida cautelar a arresto domiciliario, decisión que ha generado alarma y críticas en distintos sectores, especialmente por el riesgo de fuga que señalan organizaciones como Artículo 19 y la periodista Lydia Cacho, víctima del caso.
El traslado de Marín a su domicilio en la colonia Xilotzingo de Puebla se realizó bajo un fuerte dispositivo de seguridad, que incluyó una ambulancia escoltada por vehículos militares.
El exgobernador deberá permanecer en su casa con un brazalete electrónico, se le ha prohibido salir de Puebla y del país, y no podrá acercarse a Lydia Cacho. Además, ha tenido que pagar una fianza de 100.000 pesos y deberá presentarse periódicamente ante el juzgado.
Eva Lozada Carmona, abogada de Lydia Cacho, subrayó que la liberación de Marín no implica su absolución, sino que responde a un criterio de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que establece límites a la duración de la prisión preventiva.
No obstante, Lydia Cacho ha manifestado su preocupación, responsabilizando a la jueza Angélica Ortuño Suárez por cualquier ataque o intimidación que ella o su equipo legal puedan sufrir. La decisión judicial fue también objeto de duras críticas por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien expresó su desacuerdo con la medida.