Cientos de feligreses acudieron desde muy temprano a la misa del Jueves Santo en la catedral de Cancún, día en que se celebra la Última Cena, el Lavatorio de los pies, la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio y la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní.
Por la mañana se llevó a cabo la llamada Misa crismal, en donde se consagra el Santo Crisma y se bendicen los demás óleos que se emplearán en la administración de los principales sacramentos.
Ya por la tarde, poco antes de las 18:00 horas, los religiosos comenzaron a llenar con sus vehículos los espacios sobre la avenida Puertos.
A las 18:30, cuando dio inicio la misa, la catedral ya lucía un lleno total y ya no había espacio para estacionar los vehículos ni sobre la avenida, ni mucho menos en el estacionamiento de la catedral.
Tras una reflexión sobre lo que significa este día y compartir experiencias propias de cómo es que el sacerdote llegó al camino de Dios, realizó el lavado de pies de doce religiosos, recordando el mismo gesto de Jesús hizo con sus apóstoles en la Última Cena, acto que simboliza servir con humildad y de corazón a los demás. Con información de Yesenia Núñez