Un grupo de investigadores australianos ha proporcionado nuevos datos sobre la inmunidad al coronavirus en las personas que ya han sido vacunadas.
De acuerdo con ensayos clínicos, los expertos saben que la protección inducida por vacunas debería durar un mínimo de unos tres meses, período de tiempo en el que se estudiaron los participantes en las pruebas iniciales de vacunas Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson.
En el mundo real, la protección debería durar un poco más, aunque el período de tiempo aún debe determinarse con más estudios, afirman los expertos.
El estudio ha tenido como objetivo identificar los factores que predicen la protección adecuada contra la enfermedad de la COVID-19, para que sea posible predecir cómo los cambios en los niveles de inmunidad afectarán los resultados clínicos de cada paciente.
Los expertos han planteado la hipótesis de que la inmunidad protectora de las vacunas durará al menos de seis a ocho meses.
Si la inmunidad del SARS-CoV-2 termina siendo similar a la de otros coronavirus estacionales, como los “resfriados comunes”, es posible que las vacunas brinden protección hasta por un año o dos, según los expertos.
El estudio utilizó títulos de neutralización obtenidos durante estudios in vitro con sueros de personas enfermas y gente vacunada con Pfizer-BioNTech, Moderna, Sputnik-V, Bharat Biotech, de la India; Johnson & Johnson, AstraZeneca y de la Coronavac de SinoPharm, de China.
Se promediaron los títulos de neutralización y también se determinó la desviación estándar logarítmica en cada estudio con el fin de lograr valores comparables.
El título medio normalizado de neutralización de convalecientes se calculó para el mismo ensayo en el mismo estudio, y los valores de diferentes estudios se compararon con la eficacia de la vacuna en fase 3.
Los investigadores obtuvieron así una fuerte relación lineal entre el nivel medio de neutralización y la eficacia protectora de las vacunas contra coronavirus.
Los resultados muestran que se alcanza un nivel de neutralización protectora del 50 por ciento en aproximadamente una quinta parte del título de anticuerpos.
Los resultados sugieren que cuanto más proteja una vacuna inmediatamente después de ser administrada, más durará su protección.
Este estudio ha proporcionado un modelo para utilizar los datos disponibles sobre estudios de anticuerpos de vacunación y convalecientes con el fin de predecir el curso de la inmunidad al coronavirus.