Chetumal, 24 de mayo.— A pesar de los frecuentes aterrizajes de avionetas cargadas con toneladas de cocaína en la zona sur de Quintana Roo, a lo largo de este año la Base de Intercepción Aérea de la Fiscalía General de la República (FGR) se ha mantenido inoperante. Empleados señalan que siguen trabajando, pero desde sus oficinas y no cuenta con el personal suficiente, ni aeronaves para realizar trabajos de campo, lo que deja indefensa a la región.
Entre los años 2005 y 2010, cuando funcionaba la Base de Intercepción Aérea (BIA), integrada por personal de la extinta Agencia Federal de Investigaciones (AFI), al mando de José Luis Coronado, se trabajaba de manera coordinada con el Ejército Mexicano y la Armada de México con acciones contra el narcotráfico que dieron como resultado la destrucción de un gran número de plantíos de marihuana, principalmente en tierras ejidales de La Unión, en la zona limítrofe con Guatemala y Belice.
Para esos trabajos se contaba con un helicóptero Bell y una avioneta, pero luego de la salida de Coronado asumió el cargo el comandante de apellido Paredes, quien posteriormente huyó por supuestos vínculos con el narcotráfico y a mediados de 2010 la base quedó a la deriva, sin mando, como sigue hasta ahora, sin coordinación institucional.
El personal se mantiene dentro de sus oficinas. Los pocos que quedan, ya que la mayoría fue despedida el año pasado, al no haber aeronaves para realizar trabajos de campo, simplemente se dedican a la lectura de informes, pero sin resultados.
Esto se debe a que el año pasado, las autoridades que asumieron la Dirección General de Servicios Aéreos (DGSA) de la Fiscalía General de la República (FGR) solicitaron la renuncia de su personal que aún queda en algunas bases del país, institución que tuvo la flota aérea más importante contra el combate al crimen organizado y que hoy está a punto de vender algunas de las aeronaves.
La PGR pidió a la empresa JDA Aviation Solutions realizar una auditoría a la DGSA de la institución, debido a las “graves” anomalías que detectó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), razón por la cual la Base de Intercepción Aérea se encuentra acéfala.