Más caravanas migrantes provenientes de Centroamérica hacia el norte del continente se detonarán por la crisis económica que trae consigo la pandemia de COVID-19, advirtió Luis Fernando Carranza, presidente de la Junta Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (WFP) y representante de América Latina.
Señaló que “(la emergencia sanitaria) no frena las caravanas. Es un asunto que se trabaja con México, El Salvador y Honduras.
“Hemos alertado sobre la necesidad de ejecutar acciones conjuntas para que estos migrantes que se encuentran en situación irregular lo hagan de manera ordenada, digna y segura. Cuando la gente migra de manera forzada lo hace en circunstancias muy precarias”, dijo.
La pandemia obliga a los gobiernos a exigir una prueba negativa de COVID-19 a los visitantes extranjeros para evitar contagios, lo que podría ser aprovechado por los grupos criminales internacionales.
“El crimen organizado tiene claras las necesidades que estas personas necesitan, no me extrañaría que puedan tener una oportunidad para lucrar con la gente y generar este tipo de respuestas.
“Es un problema que nos afecta a todos y debe ser solucionado por todos, es un tema de solidaridad, porque el crimen organizado siempre encuentra la manera de salir ganando de las situaciones de emergencia y de crisis.
“Antes de la pandemia, la migración estaba basada en dificultades económicas, ahora, con el agravamiento de la pobreza por el COVID yo no descarto que se incremente el número de personas que decida migrar de manera forzada”, dijo.
Carranza dijo que “un plan latinoamericano en sí, que se tenga para el combate al hambre, no existe. La pandemia desnudó el gran problema de la desigualdad en América Latina, sí hubo un impacto muy grande, la pobreza creció y son datos alarmantes”.
Señaló también que esa situación pone a Latinoamérica en una postura de mayor riesgo, “debemos todos crear programas para mitigar la crisis y crear la resiliencia necesaria”.
Además, “el corredor seco (en Centroamérica), ubicado en zonas indígenas, la pandemia y el cambio climático crean una tormenta perfecta que genera inseguridad alimentaria”, apuntó el también embajador de Guatemala en Italia.