Cuando Vladimir Putin lanzó su invasión a Ucrania, sus objetivos eran claros. Quería doblegar a su vecino, afirmar la autoridad rusa en Europa del Este y hacer que Occidente lo pensara muy bien antes de expandirse militar y políticamente hacia las fronteras de Rusia.
Pero en un frente importante, el plan de Putin parece haber fracasado: la guerra unió a Occidente contra Moscú de una forma que parecía inimaginable en enero.
Ahora, Finlandia y Suecia, naciones oficialmente no alineadas, están cada vez más cerca de unirse a la OTAN, la alianza militar que lidera Estados Unidos.
Se espera que Finlandia elabore esta semana un informe sobre la política de seguridad del país. Justamente, un paso clave en el camino hacia la posible solicitud de ingreso en la OTAN.
Se espera que ese informe dé comienzo a los debates en el parlamento de Finlandia sobre la posibilidad de ingresar en la alianza, debates que la primera ministra Sanna Marin dijo que esperaba que concluyeran “antes de mediados de verano”.
El ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia, Pekka Haavisto, dijo este lunes que era “importante” que Suecia, su vecino, siguiera un “proceso similar” que espera tome algún tiempo. “Pero, por supuesto, intercambiamos información en todo momento y, con suerte, si tomamos decisiones similares, podríamos hacerlo más o menos al mismo tiempo”, añadió.
Suecia tendrá elecciones a finales de este año, en las que la OTAN probablemente será un tema clave de la campaña. Y los principales partidos posiblemente no se opondrán a unirse a la alianza.
La primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, no descartó la posibilidad de adhesión en una entrevista con la SVT a finales de marzo. Suecia está llevando a cabo un análisis de la política de seguridad que debe estar terminado a finales de mayo, y se espera que el gobierno anuncie su posición tras ese informe, según dijo un funcionario sueco a CNN. Además, agregó que su nación podría hacer pública su posición antes, dependiendo de cuándo lo haga la vecina Finlandia.
La opinión pública de ambos países ha cambiado significativamente desde la invasión, y los aliados y funcionarios de la OTAN apoyan en general la unión de los dos países. La única objeción seria podría venir de Hungría, cuyo líder es cercano a Putin, pero los funcionarios de la OTAN creen que podrían torcer el brazo del primer ministro Viktor Orban.
Dado que Putin comenzó su guerra exigiendo que la OTAN retrocediera sus fronteras hasta donde estaban en la década de 1990, el hecho de que esto se esté considerando representa un desastre diplomático para Moscú. Y si Finlandia, en particular, se adhiriera, Putin se encontraría de repente con que Rusia comparte una frontera adicional de 1.300 kilómetros con la OTAN.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, advirtió este lunes que la ampliación de la OTAN no aportaría más estabilidad a Europa.
“Hemos dicho en repetidas ocasiones que la alianza en sí misma es más bien una herramienta de confrontación. No es una alianza que proporcione paz y estabilidad, y una mayor expansión de la alianza, por supuesto, no conducirá a una mayor estabilidad en el continente europeo”, dijo.
Rob Bauer, el jefe del comité militar de la OTAN, dijo a los periodistas este martes que la alianza no ha descartado la entrada de nuevos miembros, pero dijo que, en última instancia, corresponde a Finlandia y Suecia decidir si quieren unirse, informó Reuters.
“Es una decisión soberana de cualquier nación que quiera unirse a la OTAN solicitar el ingreso, algo que hasta ahora no han hecho… No estamos obligando a nadie a entrar en la OTAN”, dijo Bauer.
Lo que puede venir para la OTAN
La invasión de Putin tampoco ha motivado a Ucrania a dar marcha atrás en su deseo de una mayor integración con Occidente. Aunque es poco probable que el país entre en la OTAN, sus esfuerzos por entrar en la Unión Europea se han acelerado desde el inicio de la guerra. Esto llevaría mucho tiempo y también podría enfrentarse a la dura oposición de Hungría, que ya está inmersa en una desagradable batalla con Bruselas por sus violaciones del Estado de Derecho, lo que ha hecho que la UE proponga suspender la financiación central a Budapest.
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Sin embargo, una vez más, el hecho de que se hable de ello y el nivel de apoyo entre los líderes y funcionarios de la UE es otra indicación de lo unido que está Occidente contra Rusia.
Cabe destacar que desde el inicio de la guerra, Occidente se ha mantenido en gran medida unido en su respuesta a Rusia, ya sea mediante sanciones económicas o apoyo militar a Ucrania.
Sin embargo, se avecinan algunos desafíos que pondrán a prueba cuán unida está realmente esta alianza contra Rusia.
En primer lugar, si se descubre que Rusia ha utilizado armas químicas en Ucrania, habrá una enorme presión para que Occidente, en particular la OTAN, adopte un papel aún más activo en la guerra, algo a lo que la alianza se ha mostrado reacia hasta ahora.
Los miembros de la OTAN ya han discutido las líneas rojas y las medidas que deberían tomarse en caso de armas químicas, pero esos detalles aún son privados para evitar que Rusia tome medidas preventivas de protección.
Sin embargo, cualquier intervención de la OTAN conduciría casi con toda seguridad a una situación de seguridad menos estable en Europa, ya que Occidente se arriesgaría a una confrontación militar con Rusia, una potencia nuclear, que probablemente respondería intensificando sus ataques en Ucrania y posiblemente en otras zonas de influencia tradicional rusa.
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En segundo lugar, la crisis del costo de la vida en muchos países europeos podría poner pronto a prueba la unidad de las futuras sanciones occidentales a Rusia y los embargos a la energía rusa.
Si, en última instancia, se considera que la economía de Europa Occidental es más importante que pedir cuentas a Rusia por hacer la guerra a su pacífico vecino, entonces Putin podría salirse con la suya en cierta medida al invadir un país inocente.
Pero por ahora, como esa unidad se mantiene en gran medida, está claro que el deseo de Putin de menospreciar la alianza occidental ha resultado contraproducente, y que el hombre fuerte se ha asegurado el estatus de paria para su nación, posiblemente durante años.