Cuatro personas continuaban desaparecidas el lunes luego de unas inundaciones que causaron la muerte de al menos 17 personas en la Costa Azul de Francia durante el fin de semana, una situación que llevará al Gobierno a declarar un desastre natural en la turística región mediterránea.
Unas 5.000 viviendas continuaban el lunes por la mañana sin electricidad, después de que cerca de 70.000 sufrieran apagones durante la noche anterior.
El ministro de Interior francés, Bernard Cazeneuve, que visitó la zona afectada el domingo junto con el presidente François Hollande, dijo a la radio francesa Europe 1 que se habían perpetrado varios saqueos y nueve personas habían sido detenidas.
“La policía intervino muy rápido para frenar estos actos despreciables” dijo el ministro.
Cerca de 300 policías y 543 bomberos continúan llevando a cabo operaciones de búsqueda y rescate en las áreas afectadas por las inundaciones, añadió Cazeneuve.
Las lluvias torrenciales azotaron el sábado por la noche el departamento francés de los Alpes Marítimos, que hace frontera con Italia, inundando varias localidades, incluida la ciudad de Cannes, e interrumpiendo sus rutas de transporte.
Entre las víctimas hay tres personas que murieron por la inundación de una residencia de ancianos en la población de Biot y siete habitantes de la ciudad de Mandelieu-la-Napouleque, que habían tratado de llegar a sus autos situados en un garaje, según informaron las autoridades.
Los servicios ferroviarios locales volvieron a estar operativos el domingo, después de haber sido suspendidos durante la noche anterior. Durante el lunes los servicios de transporte por tren eran limitados, mientras que varias carreteras permanecían bloqueadas.
Hollande anunció el domingo que su Gobierno aprobará el estado de desastre natural para la zona afectada el próximo miércoles, cuando tendrá lugar la reunión de gabinete, y se comprometió a otorgar ayuda para cubrir los daños en un plazo de tres meses.