¡Invaluable riqueza! turismo rural no recibe el valor que se merece

Cancún, 28 de septiembre.— México tiene una riqueza invaluable en turismo rural e indígena, pero no se le da el valor que merece, incluso, está en lo último de las políticas públicas y presupuestos, manifestó Salomón Bazbaz Lapidus, fundador del Centro de las Artes Indígenas.

En su intervención en el foro la Participación de las Comunidades Rurales en el Turismo, enfatizó que es necesario que el gobierno, las organizaciones sociales, los grupos empresariales y el sector educativo estén más involucrados tanto en el patrimonio cultural como en el natural.

“México es uno de los países con mayor riqueza patrimonial, cultural, material e inmaterial, sin embargo, está en los últimos lugares de las políticas públicas y presupuestos”, indicó.

En ese sentido, abundó que se requiere de más recursos humanos y financieros para un mejor desarrollo cultural, planificar y atender las nuevas demandas, pues no es lo mismo el turismo rural de hoy que el de hace 20 años.

“Ahora están las redes sociales, las carreteras, siempre hay que destinar recursos, no podemos quedarnos con que algo ya funciona y vamos a dejarlo, porque entonces llega el turismo masivo y habrá que tener otras leyes y políticas”, indicó.

El también director general del Festival Cumbre Tajín señaló que es necesario fortalecer los canales de integración regional con leyes que respondan a los retos de la multiculturalidad, pues México es muchos países en uno.

“Hay que aprender a ver eso así, pues no es lo mismo el turismo en una población maya que en una comunidad rarámuri. Hay que escuchar lo que necesita cada quién y lo que quieren compartir, que es lo más importante”, señaló.

Bazbaz Lapidus expresó que es necesario fortalecer las capacidades autogestoras de las comunidades, a fin de tener bien en cuenta que lo que se ofrezca sea bueno, pero también lo recibido sea importante.

También dijo que dentro del turismo rural debería ser prioritario fortalecer el desarrollo de los productos y procesos que dignifiquen la tradición y permitan transmitirla, o sea, ir a todo el proceso, desde la bendición de la semilla hasta la venta del producto en mercados internacionales.

Para ello, añadió, será necesario desarrollar el marco jurídico y espacios de articulación entre los sectores cultural, educativo, turismo y medioambiente. El trabajo intersecretarial es fundamental. (Galu Comunicación)

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